La respuesta es: legalmente no se podría marchar porque el régimen de excepción prohíbe las reuniones que no sean de carácter cultural, deportivo, religioso o económico, pero el asunto quedará en manos de la decisión de las autoridades, a juicio de un abogado consultado.
“Formalmente en los términos del régimen de excepción habría una prohibición, porque esta no es una expresión cultural, deportiva, religiosa o económica que son las reuniones que estarían permitidas en el artículo 29 de la Constitución”, explicó José Marinero, presidente de la Fundación Democracia Transparencia y Justicia.
Sin embargo, matizó: “Soy de los que creen que la mejor manera de defender los derechos es ejerciéndolos. La gente tiene derecho a salir a marchar y protestar y expresarse en lo que cree”, dijo.
El experto explicó que en la coyuntura actual, en la cual el Estado no aplica la norma de forma literal es difícil saber el comportamiento de quien aplique la ley.
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“El mismo presidente (Nayib Bukele) ha hecho sus interpretaciones de lo que significa el régimen de excepción en Twitter: aclaró que las reuniones empresariales estaban permitidas, pero en realidad no, en la literalidad del régimen de excepción no, la prohibición de reunión no es solamente para los pandilleros, es para todos”, detalló.
Sin embargo, sí cree que el derecho de manifestarse por el Día Internacional de los Trabajadores, como se hace en el mundo el 1 de mayo para reivindicar los derechos de los trabajadores es lícito aún en tiempos de régimen de excepción.
“Lo que pensaría es que en términos de la marcha del 1 de mayo creo que la gente debería de salir a marchar, ejercer su derecho que es la mejor manera de defenderlo, que es no renunciar frente a la amenaza, frente a la zozobra que ha creado el propio gobierno. Además, de las declaraciones del propio gobierno esto (régimen de excepción) se supone que es solamente para la delincuencia y el derecho de los trabajadores a manifestarse no tiene que ver con la delincuencia”, aclaró.
Eso sí, el presidente de DTJ ve un riesgo de que el gobierno se ponga “literalista” y aplique los poderes extraordinarios que le confiere el régimen de excepción para detener las marchas.
“Hablar de legalidad en este contexto es difícil porque más que lo que diga el texto de la norma, lo que importa va a ser el capricho del aplicador. Veo el peligro de una aplicación rigorista, literal, del régimen de excepción a conveniencia de este gobierno con la intención de sofocar cualquier manifestación en su contra", comentó.
Sin embargo, también consideró que de cara a la opinión pública, al gobierno no le conviene detener las marchas: "Sería contraproducente exponerse de esta manera como represivo del derecho de manifestación y de la libre expresión”, valoró Marinero.
Diversos colectivos en Twitter han comenzado a convocar a las marchas para este domingo 1 de mayo.