No importa si está lloviendo, si está haciendo mucho sol, calor o frío. Tres veces a la semana, Gabriela Susana Rosales Aguirre y su hermano Fredy Santiago abordan, junto a su padre, la ruta 38, para trasladarse a la base de Comandos de Salvamento, lugar en el que trabaja el padre de ambos como mecánico automotriz.
Los niños, desde que dieron sus primeros pasos, escoltan a su progenitor al trabajo entre llaves, grasa, piezas de autos y automóviles arruinados. Allí, pasan el tiempo escuchando consejos y aprendiendo un poco de mecánica.
“Mis hijos siempre me acompañan al trabajo, por eso ahora ya tienen los principios básicos del oficio, ya conocen las diferentes herramientas, y aprenden poco a poco a reparar vehículos. Nunca los obligó a que vengan, a ellos les gusta acompañarme a mi trabajo y ambos dicen que quieren estudiar bachillerato automotriz en el futuro”, afirma el orgulloso papá.
Los hermanos Rosales Aguirre, además de tener nociones básicas de mecánica, asisten por las mañanas al Complejo Educativo de Ciudad Delgado, en donde Gabriela estudia sexto grado y Fredy tercer grado.
“Estoy orgullosa de mi papá, y me encanta acompañarlo a su trabajo algunas veces a la semana, ya que desde niña me ha gustado estar junto a mi hermano aprendiendo sobre mecánica”, afirma Gabriela Susana, quien, gracias a su padre, también ha heredado la pasión por el atletismo.
Desde antes de que ellos nacieran, teníamos junto a mi esposa la ilusión de que los niños desarrollarán sus sueños e inquietudes, y gracias a Dios, a pesar de que aún son muy jóvenes, ambos tienen muy claro cuáles son sus aspiraciones para el futuro, afirma el padre de los hermanos Rosales Aguirre.
La labor de don Fredy con sus hijos no termina con la visita al taller, ya que también debe llevarlos a la Federación de Atletismo, en donde ambos practican atletismo, de forma federada.
A pesar de tener múltiples ocupaciones laborales, este padre ejemplar siempre apoya cada una de las inquietudes de sus hijos, quienes también tienen la pasión por el atletismo, y han participado en diversas carreras, obteniendo buenos resultados.
“Gracias a Dios que me dio la oportunidad de tener a mis hijos, me siento muy orgulloso de ser el padre de mis retoños y primero, Dios siempre los acompañaré en cada uno de sus sueños y anhelos”, asegura don Fredy, quien además hace un llamado a los padres salvadoreños para que siempre acompañen a sus hijos en cada uno de sus retos.