Un millar de mujeres salvadoreñas salieron a la calle para protestar contra el alto costo de la canasta básica que golpea a los hogares salvadoreños y ante la ruptura de hogares a causa de la migración, la violencia machista y el régimen de excepción.
Las manifestantes rechazaron el aumento de feminicidios que se registró desde el inicio de este año y que ya suma 16 casos según Fiscalía General de la República.
Además expresaron que el régimen de excepción no ayuda a reducir la violencia contra las mujeres, que en la mayoría de los casos son victimizadas por sus mismas parejas.
La marcha inició cerca de las 9:00 de la mañana y recorrió las principales calles de la capital, desde el Monumento al Salvador del Mundo hasta el parque Cuscatlán.
Al encuentro llegaron mujeres de distintos puntos del país. Una de ellas era Herminia Hernández, de unos 60 años, para quien salir a marchar es demostrar el valor que las mujeres tienen en la sociedad, que son promotoras y defensoras de cambio en sus territorios.
“Nosotras también valemos y luchamos. En Cuisnahuat estamos luchando por la defensa de los espacios recreativos que han sido tomados por la alcaldía”, afirmó.
Herminia asegura que, ante la falta de espacios recreativos en el municipio, el parque era la única alternativa y ahora ha sido destruido. Además denuncia el poco apoyo que se le da a la agricultura, la cual ella considera indispensable, más en momentos tan críticos como ahora que todos los alimentos están caros.
Según el comunicado emitido por las organizaciones unidas para esta marcha, la canasta básica subió a $245.00 para el área urbana y para $185.30 para el área rural.
En el recorrido de la marcha Alejandra, una joven de 23 años, protestó en el bloque llamado “Casas disidentes”. Junto a sus amigas, lleva el cartel que dice “El silencio terminará en nuestra generación”, reproducido por otras manifestantes. “Hago el llamado a otras mujeres a que alcen la voz, que no se queden calladas. El silencio tarde o temprano les pasa factura, así como a mí” dice.
La joven comenta que actualmente ha tenido que ir a terapia, al identificar los tipos de agresión que sufrió por parte de su padrastro y luego por su ex pareja. “Aunque somos una generación joven no estamos dispuestas a tolerar los patrones de lo que es ser mujer según la Iglesia y las costumbres salvadoreñas” explica.
Y es que al igual que Alejandra, Isabel López, líder histórica del Movimiento Salvadoreño de Mujeres, comenta que como mujeres que han estado trabajando durante 35 años en la construcción de las bases para establecer los derechos de las mujeres y las instituciones que vigilan y promueven la aplicación de estas leyes y derechos, actualmente ven “invisible” el trabajo de estos entes. Además se desconocen las actividades que se está haciendo para proteger los derechos de la mujer. “A veces creemos que ya no funcionan”, dice.
Prueba de lo anterior es la reducción del presupuesto de la Nación por parte de la Asamblea Legislativa para la aplicación de la Ley Especial Integral para una Vida Libre de Violencia para las Mujeres y la Ley de Igualdad, que ha tenido un recorte de 400 mil dólares para este 2023.
Al mismo tiempo Isabel López llamó a las jóvenes a que tomen el mando de los liderazgos de la organización feminista para que sean las observadoras activas y que exijan que las leyes creadas se cumplan y se apliquen.
Por otra parte, recalcó que el tiempo actual es más difícil para las mujeres por el régimen de excepción.
Según estadísticas gubernamentales, los capturados ya ascienden a más de 65,000.
Actualmente hay 6,000 mujeres capturadas en el estado de excepción que rige desde hace casi un año, según defensores de los derechos humanos.
Reyna Hernández es una de las mujeres que reafirmo la situación que ha encrudecido la pobreza y la falta de oportunidades que pueden acceder las mujeres a causa del Régimen de Excepción, “aunque trabajamos, que mi hijo Julio César esté capturado ha empeorado nuestra situación”, dijo.
“Si mi hijo no fuera inocente, yo no anduviera dando la cara en la calle por él y otros inocentes”, agregó. La mujer de unos 50 años explicó que su hijo fue sacado de su casa de noche mientras descansaba. Él se dedicaba a cuidar ganado y a hacer trabajos varios para llevar el sustento a su casa dice.
Varias de las asistentes se han denominado como feministas porque su propia historia vivida en El Salvador las ha volcado a pronunciarse en contra de la desigualdad de clase y género que aún persiste en un país, que se muestra ante el mundo como moderno con la Ley Bitcoin y la promoción del próximo Miss Universo.