El Juzgado de Primera Instancia del municipio de Dulce Nombre de María, Chalatenango, emitió sendas órdenes de captura contra cuatro altos jefes militares en situación de retiro, quienes dirigían la Fuerza Armada en marzo de 1982 cuando cuatro periodistas holandeses murieron durante un incidente armado.
Las órdenes de detención fueron giradas contra dos generales y dos coroneles.
Los generales fueron identificados como José Guillermo García y Rafael Flores Lima, quienes ocupaban los cargos de ministro de la Defensa Nacional y jefe del Estado Mayor Conjunto de la Fuerza Armada, respectivamente.
Flores Lima ya está muerto. Falleció hace más de dos años, el 28 de junio de 2020. También era acusado en el caso conocido como la “Masacre de El Mozote”, proceso en al cual está vinculado también el general García, de 89 años de edad.
Mientras tanto, los dos coroneles a quienes se les decretó detención son Mario Alberto Reyes Mena, a la sazón comandante de la Cuarta Brigada de Infantería y Cuarta Zona Militar, con sede en el municipio de El Paraíso, departamento de Chalatenango, y el coronel Francisco Antonio Morán, ex director general de la Policía de Hacienda.
Reyes Mena, al ser el comandante de la Cuarta Zona Militar, era el responsable de todas las operaciones militares que en el departamento de Chalatenango se realizaban.
En la lista de militares a capturar también se encuentra el nombre de Mario Canizález Espinoza, quien al 17 de marzo de 1982 ostentaba el grado de sargento, y que, según las investigaciones sobre el caso, que consignan su propia versión, era quien comandaba la sección de soldados que participaron en el incidente armado que acabó con la vida de los cuatro periodistas holandeses, identificados como Koos Jacobus Andries Koster, Jan Kuiper, Hans teer Laag y Joop Willemsen y dos guerrilleros (de tres) que los acompañaban.
De acuerdo con las investigaciones, que contienen diversos relatos, incluyendo el del sargento que comandaba la sección del recién fundado Batallón de Infantería de Reacción Inmediata Atonal, el incidente en el que murieron los cuatro periodistas fue un enfrentamiento fortuito, sin embargo, la Comisión de la Verdad y otros testimonios que citan documentos estadounidenses desclasificados, se trató de una emboscada.
El hecho tuvo lugar en el sitio conocido como La Lomota, del cantón Piedras Gordas, del municipio de Santa Rita.
Una nota publicada el pasado viernes en el sitio voces.org.sv consigna que, de manera extraoficial, supieron que dos de los militares retirados fueron capturados el viernes en horas de la noche. “Se conoce extraoficialmente que el coronel Morán y el general García han sido detenidos la noche anterior en sus domicilios ubicados en San Salvador”, detalla la publicación.
No obstante, ni la Fiscalía General de la República (FGR) ni la Policía Nacional Civil (PNC) han informado en sus redes sociales sobre capturas relacionadas al caso.
La decisión judicial de capturar a los militares implicados surge más de 40 años después debido a que el hecho fue clasificado como un crimen de lesa humanidad, es decir, delitos graves contra derechos humanos fundamentales, los cuales no prescriben.
De momento se desconoce si los dos militares, supuestamente capturados, han sido presentados ya al Juzgado de Primera Instancia de Dulce Nombre de María, que decretó la detención.