Más de tres millones de dólares ha dejado de percibir el país debido al ingreso y comercialización de cigarrillos de contrabando durante el año en curso, así lo explicó el ministro de Hacienda, Jerson Posada.
Esto lo explicó en el marco de la destrucción de 11 toneladas de cigarrillos decomisados, valorados en aproximadamente 2.3 millones de dólares en evasión de impuestos.
El funcionario subrayó que el contrabando de cigarrillos no solo evade impuestos, sino que también elude regulaciones y controles sanitarios.
“Estos productos pueden contener sustancias nocivas en concentraciones peligrosas, incrementando los riesgos de enfermedades respiratorias, cardiovasculares y cáncer”, advirtió.
El decomiso de los cigarrillos ha sido liderado por la Fiscalía General de la República (FGR), la Policía Nacional Civil (PNC) y la Fuerza de Comando Sumpul. Los cigarrillos habían sido introducidos al país a través de puntos fronterizos no habilitados, tanto por vía marítima como terrestre, y fueron incautados en varios operativos.
El Ministro Posada señaló que combatir el contrabando no solo es una cuestión de justicia económica, sino una necesidad urgente para proteger la salud de la población. “El contrabando impulsa el consumo de productos de menor calidad y más dañinos. Necesitamos redoblar esfuerzos para asegurar que nuestros ciudadanos no se vean expuestos a estos riesgos”, concluyó.
Uno de los últimos decomisos ocurrió el mes pasado en el paso fronterizo no habilitado conocido como El Despoblado, en el cantón San Jorge, en Metapán, Santa Ana.
En esa ocasión fue detenida una mujer con 70 cajas de cigarrillo cuyo valor en el mercado era de $98,800.