Nacida en Santiago de María, Usulután, en 1918, mamá Lila o doña Mariita, como era conocida entre sus familiares y amigos, siempre se distinguió por ser una mujer prudente y abnegada.
En 1934 contrajo matrimonio con el joven Nicolás Elías Silhy Chahín y procrearon cuatro hijos: Enrique, Elsa, Víctor y Rosy.
Mamá Lila fue ejemplar para toda su descendencia. Sus consejos, su cariño y sobre todo su amor y sabiduría, fueron una guía para recorrer los senderos de la vida cultivando la unidad familiar y el respeto por la humanidad.
Mariita vivió el evangelio de Jesús aplicando la justicia y la rectitud, amando a Dios sobre todas las cosas y haciendo el bien especialmente en sus relaciones con las personas.
Dedicó parte de su vida a las obras sociales, contribuyó a la construcción de la iglesia de Cristo Redentor y a la capilla del Santísimo Sacramento de Cristo Redentor, además, por más de 25 años ayudó con los preparativos de las primeras comuniones de niños y niñas de comunidades marginales de la parroquia Cristo Redentor, en la colonia Escalón.
Pero, doña Mariita no sólo es digna de admirar por sus cualidades espirituales, sino también, por haber sido una empresaria de renombre. Trabajó exitosamente en los Almacenes Silhy Hermanos junto con su esposo Nicolás, donde vendían telas importadas, artículos del hogar y también ferretería, en diversos puntos de San Salvador.
Luego del fallecimiento de su esposo, ella se unió a la cadena de Farmacias San Nicolás de su hijo Víctor Silhy, donde formó parte de la junta directiva y presidenta de la Fundación San Nicolás desde donde se realizan las donaciones para los necesitados.
Vivió dignamente como mujer, hermana, amiga, hija, esposa, madre, abuela, bisabuela, tatarabuela y talentosa empresaria, dejando un singular ejemplo para toda su familia formada por sus cuatro hijos, 18 nietos, 60 bisnietos y dos tataranietos.
Mamá Lila deja a las presentes y futuras generaciones un legado de amor, sacrificio y bendiciones, además de sus oraciones para que siempre se mantengan por el camino recto, unidos y felices practicando la verdad, la justicia y la caridad, los valores que han sostenido siempre a la familia Silhy Zacarías en todas las circunstancias.
Que su ejemplo de vida de servicio, amor y generosidad sirva para que las nuevas generaciones de jóvenes puedan imitarla, logrando así que los salvadoreños sean un orgullo para El Salvador.
“Estamos en la frontera de la eternidad. Usted ha entrado al cielo después de presentar sus brillantes credenciales: generosidad, bondad, paciencia, amor al prójimo, humildad”.
Familia Silhy.
“El legado que nos deja doña Mariita como matriarca de esta familia compuesta por cuatro hijos con sus cónyuges, 18 nietos con sus cónyuges, 60 bisnietos y 2 tataranietos; constituyen la mejor carta credencial para presentárselas al Todopoderoso y es el ejemplo que hereda a sus descendientes”.
Familia Silhy.