El inconfundible sonido de los tambores despertó el entusiasmo de los salvadoreños, que desde hace dos años no escuchan en la fiesta del 15 de septiembre.
El sonido de las bandas “me traslada a mis tiempos de escuela, cuando yo participaba y había más disciplina”, dice Samuel Carías, mientras ve desfilar a las instituciones educativas en el municipio de San Miguel.
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Los migueleños señalaron que hubo menos instituciones participando en comparación a lo que tradicionalmente ocurría antes de la pandemia para ver el desfile y recordar los tiempos cuando uno desfilaba”, expresó Rosy Escobar, quien asistió a disfrutar el evento y ver desfilar por primera vez a su hija, en San Miguel.
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Los padres que acompañan a los hijos durante el recorrido es otro desfile paralelo, en donde el orgullo de papás resalta a la vista y se antepone al cansancio, el sol, el calor o la lluvia.
“Acompaño a mi hija, es a del centro, se llama Katia Elizabeth, es del instituto nacional de San Bartolo”, dice Reina Juárez, quien asistió por primera vez al desfile en la capital.
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El vestuario de Katia fue proporcionado por la institución educativa, y madre e hija llegaron a las 5:30 de la mañana para asistir al evento.
Entre la multitud, en la capital, estaba Blanca Bautista, quien se sentía feliz y llena de orgullo al ver desfilar en el cuadro de honor, llevando la bandera, a su hijo Jesús Cortez, alumnos del Centro educativo Tomás Cabrera.
“Hay una emoción al ver al hijo participando”, dice Blanca, quien llegó a la 7:00 de la mañana para ver el desfile.
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Debido a la incertidumbre de si habría desfile este 15 de septiembre y del poco tiempo con el cual el Ministerio de Educación giró las instrucciones sobre el desarrollo de la fiesta cívica, muchos centros educativos no pudieron participar; otros corrieron contrarreloj y se las ingeniaron para asistir. Esto ha ocurrido en todos los departamentos.
“Fueron pocas las instituciones las que participaron en el desfile; pero lo hicieron con mucha entrega. Ojalá que para el próximo año, todas las escuelas de Ahuachapán participen para celebrar nuestra independencia como ha sido tradición”, Alejandro Alemán, ahuachapaneco.
Independiente de cuantos centros educativos desfilaron, no se puede negar las emociones que despiertan los desfiles de cada 15 de septiembre.
“Considero que a pesar de dos años de no desfilar, hubo afluencia de personas. Es de admirar cómo los jóvenes se preparan para este evento de conmemoración de nuestra independencia. Deseo que estos valores patrios no desaparezcan pues armonizan a las instituciones educativas y surgen valores de responsabilidad, calidad, respeto, compromiso, empatía y liderazgo”, expresó Sully de Calderón, madre de una cachiporrista, quien participó en el municipio de Ahuachapán.