El municipio de San Ignacio, departamento de Chalatenango, fue una de las 44 sedes a nivel mundial de la tercera conferencia internacional de familiares personas desaparecidas organizado por el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR).
El encuentro, el cual reunió a 34 parientes de personas desaparecidas en El Salvador y 700 a nivel internacional, se realizó del 21 al 23 de noviembre, con el fin de fortalecer la búsqueda, visibilizar la problemática, conocer estrategias de autocuidado emocional y acciones de conmemoración en memoria de la víctimas.
“Este evento global busca fomentar un espacio para que los familiares de personas desaparecidas puedan compartir sus reflexiones sobre sus contextos, sus retos, sus aprendizajes y tejer a nivel global y regional una red de solidaridad” expresó Jérémy Renaux, coordinador regional del programa de personas desaparecidas para México y América Central del CICR.
Renaux agregó que el Comité realiza esa actividad “reconociendo que los familiares de personas desaparecidas no solo son víctimas de este flagelo, que afecta diversos países en el mundo, sino también actores del cambio social y actores centrales en los procesos de búsqueda”.
La salvadoreña Eneida Abarca, madre de Carlos Abarca, relató que la experiencia de participar por primera vez en el encuentro le ha impulsado para continuar la búsqueda de su hijo desaparecido el 1 de enero de 2021, en la zona de la colonia Monserrat.
Ante la pasividad de las autoridades, Eneida ha sido una de las primeras madres buscadoras que ha visualizado la problemática que afecta a más de 6,000 familias en la historia reciente del país.
Desde que su hijo desapareció la señora no ha cesado de recorrer calles, pueblos y municipios pegando afiches de búsqueda, brindando conferencias de prensa y exigiendo al Estado su responsabilidad en la búsqueda.
“Cuando alguien desaparece, sus allegados tienen el derecho a saber qué ha ocurrido y a participar de los procesos de búsqueda, pero son las autoridades las que tienen la responsabilidad primaria de dar respuestas sobre la suerte y paradero de sus seres queridos, así como atender sus necesidades” fue uno de los recordatorios que realizó el CICR durante la actividad.
La madre de Carlos explicó que uno de los aprendizajes compartidos por los asistentes de México es que, lograr una ley que vele por la protección de los familiares y la búsqueda de los desaparecidos conlleva muchos años de lucha para lo cual es importante la colectividad y la unión de los familiares.
“No va a ser un camino de 22 meses, sino que la colectividad es muy importante, unirnos para alzar la voz y tener un objetivo claro” declaró. En El Salvador, el último esfuerzo por lograr que se aprobara una ley a favor de las víctimas de desaparición fue desechada por la actual legislatura.
La propuesta había sido elaborada por una comisión especial en la que participaron expertos de organismos internacionales, nacionales e integrantes de la sociedad civil.
La ley buscaba crear una Comisión Nacional de Búsqueda de Personas Desaparecidas, administrada y financiada por el Ministerio de Justicia y Seguridad, y planteaba la creación de una unidad especializada en la Policía para encontrar a los desaparecidos.
Problema regional
Las causas de la desaparición a nivel nacional y regional son múltiples como conflictos armados del pasado, situaciones de violencia reciente, procesos migratorios, desastres y muchas familias llevan décadas buscando, lo que representa uno de los principales retos humanitarios en la región.
“Si bien, las causas, las historias, los contextos de las desapariciones son distintos, siempre encontré el mismo sentimiento en cada madre, cada hija e hijo, cada esposa, cada padre o hermano cada abuela que escuché, la necesidad de saber qué pasó con los suyos, saber la suerte y paradero de sus seres queridos”, relató Lissette Campos, jefa adjunta de la misión del CICR en El Salvador.
En este sentido, el CICR hizo un llamado a los Estados de la región a fortalecer su colaboración y cumplir con sus obligaciones internacionales para prevenir y atender las desapariciones. Asimismo, reiteró su disposición para acompañar técnicamente a los países en cualquier iniciativa relacionada con la temática.
Los familiares de los desaparecidos reunidos en Chalatenango provenientes de Guatemala, Honduras, El Salvador, México y Panamá, plantearon la necesidad de crear un colectivo regional para hacer escuchar su voz.
“Estamos reunidos acá porque nos tocó enfrentar una vivencia dura: no saber dónde está nuestro ser querido (...) quiero invitarles a que este espacio sea un lugar donde las familias nos unamos para formar una red de solidaridad y un colectivo regional que se haga escuchar”, propuso Isabel Martínez, madre de Luis Martínez, desaparecido el 24 de enero de 2017.
Por su parte, la hondureña Claudia González, explicó que hacer alianzas regionales será un mecanismo de búsqueda para que los gobiernos escuchen a las familias y se den cuenta de la realidad, respetando los derechos humanos de las víctimas y de los familiares.
“Este encuentro nos llena mas de expectativas, compromiso, fuerza y unidad. La lucha no termina hasta encontrarles” manifestó la madre de Juan Salinas, desaparecido el 27 de septiembre de 2019.