El día que Beatriz supo que la autoridades estaban exhumando los restos de personas enterradas en un cementerio clandestino localizado en Cumbres de San Bartolo, en la jurisdicción de Tonacatepeque, tuvo un atisbo de esperanza de encontrar a su hijo desaparecido. 

“Al principio me emocioné dije ya lo voy a encontrar, ya voy a estar tranquila, pero ahorita todavía sigo esperando”, comenta con resignación la madre de Eric Ariel Ávila Hernández. 

Erick desapareció la tarde del 25 de septiembre de 2021 en la misma zona que, tres años después, en septiembre de 2024, la Fiscalía recuperó los restos de al menos 10 víctimas de la pandilla 18. 

La última información que recibió la familia del joven desaparecido es que fue visto desorientado cuando un grupo de pandilleros lo iban golpeando al final de la calle principal de esa colonia. 

Erick y su familia vivían en la misma colonia, pero en un área  dominada por una pandilla contraria, pero ese día  el dueño de una venta de lácteos le había pedido al joven que bajara a esa zona, pese al peligro que eso representaba. 

Beatriz supo que algo había pasado a su hijo, luego que después de una hora que había salido de casa, ella comenzó a llamarle a su celular, pero nadie respondía. 

“Yo fui a poner la denuncia y los detectives me dijeron que el teléfono de él no había salido de esa zona, las antenas les daban la señal de que el teléfono estaba ahí”, explica Beatriz. 

Un día después de su desaparición el amigo que había citado a Erick fue entrevistado por la Policía, pero pese a su nerviosismo, no fue considerado como sospechoso, recuerda la madre del joven. 

Luego del hallazgo del cementerio clandestino en Cumbres de San Bartolo, la madre de Erick ha visto los álbumes de fotos de algunas de las pertenencias de las víctimas encontradas en las fosas, pero ninguna coincide con la ropa y los zapatos que su hijo vestía ese día. 

Así que la única esperanza es que las muestras genéticas revelen si su hijo está entres las osamentas recuperadas por la Fiscalía.  Una de las deudas del Estado con los familiares de las personas desaparecidas es el incumplimiento  de Ley Nacional de Banco de Datos Genéticos.

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 En enero de 2021, la Asamblea aprobó la Ley Nacional de Banco de Datos Genéticos, para la creación de un Banco de Datos que se encargaría de sistematizar y almacenar la información genética que se obtenga y se genere, con el fin de ingresar los perfiles genéticos a las bases de ADN que lo integran.

El director de la Fundación de Estudios para la Aplicación del Derecho (Fespad) ha explicado en varias ocasiones que la creación del banco de ADN podría resolver muchos de los casos de personas desaparecidas que son encontradas en las fosas clandestinas.

Hasta ahora, de todos los restos encontrados en el cementerio clandestino de Cumbres de San Bartolo, la Fiscalía solo ha informado de la entrega de uno a sus familiares. 

“La Fiscalía General de la República (FGR), el Instituto de Medicina Legal (IML) y la Policía Nacional Civil (PNC), entregaron las osamentas de Óscar Alexis Arévalo Rauda, de 19 años de edad, quien fue privado de libertad por pandilleros del Barrio 18 en la Residencial Cumbres de San Bartolo de Tonacatepeque, San Salvador Este, según las investigaciones”, indicó la FGR en un escueto comunicado publicado el 30 de octubre. 

Por otra parte, esa institución aseguró que los responsables del asesinato de Óscar ya fueron capturados y están siendo procesados por los delitos de desaparición de personas, homicidio agravado y agrupaciones ilícitas.

A más de tres años desde la desaparición, Beatriz todavía espera un milagro para encontrar a su hijo vivo o muerto. Por ello, dentro de su pequeña vivienda, ha destinado un espacio para un altar con fotos y mensajes de amor para su hijo. 

“Espero encontrar sus restos, aunque uno de madre añora y la fe que no la pierdo, de que el Señor me haga un milagro y lo pueda encontrar vivo, pero si no, encontrar su restos para darle una santa sepultura y tener paz”, dice. 

Mientras ese milagro llega, Beatriz hizo un llamado a las autoridades correspondientes para que le ayuden a encontrar a su hijo. 

“Hago un llamado al señor Presidente que me ayude a encontrar a mi hijo, ya que hasta el momento no he tenido respuesta, voy para cuatro años y quiero tener paz en mi corazón”, señaló. 

Erick es una de las 6,443 personas reportadas como desaparecidas entre 2019 y 2022, durante el primer periodo del presidente Nayib Bukele, según datos publicados por la Fundación de Estudios para la Aplicación del Derecho (Fespad).