Han pasado cuatro años desde que Kevin Antonio Pérez Monteagudo, de 19 años, desapareció después de visitar a su novia en la colonia Popotlán, de Apopa. Sin embargo, Rosa Monteagudo, su madre, no pierde la esperanza de encontrarlo.
Desde ese 2 de marzo del 2018, Rosa no ha dejado de buscar a su hijo, quien trabajaba como repartidor de bebidas en una reconocida empresa del país.
“Es difícil encontrarlo vivo, pero quiero despedirme de él, tener un lugar donde visitarlo”, dijo, entre lágrimas, su madre.
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Según relató Rosa, su hijo tenía la costumbre de visitar a su novia al salir del trabajo, pero siempre regresaba a su vivienda, ubicada en la comunidad El Pitarrillo, de Nejapa. Rosa le marcó a eso de las 9:00 de la noche al ver que no llegaba, Kevin le contestó que más tarde regresaría, pero eso nunca pasó.
“Como nunca llegó, le marqué como a las 11:00 y me dijo que se iba a quedar, porque ya era muy noche”, recordó Rosa. La respuesta del joven no dejó tranquila a su madre, ya que él había tenido problemas con su tío, quien era el padrastro de su novia y hermano de su madre.
“Dicen que se golpearon y tuvieron discusiones. A las 4:00 de la mañana me hablaron que lo habían ido a sacar de la casa, los bichos de la calle (pandilleros) y ya no regresó”, lamentó Rosa.
Pérez Monteagudo no había recibido amenazas, todo comenzó con la pelea que tuvo con su tío y primo, según explicó la madre.
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“Me dijeron que mi sobrino fue a llamar a los bichos para que se lo llevaran y ahí fue como desapareció, lo he buscado en todas partes y no lo han visto, he andado en hospitales, en Medicina Legal y nada”, comentó.
En septiembre del 2019, tres hombres fueron condenados por la desaparición del joven. Entre ellos el tío del joven, identificado como Raúl Antonio Monteagudo.
El Tribunal Tercero de Sentencia de San Salvador condenó a ocho años de cárcel a Francisco Javier Moz, Raúl Antonio Monteagudo y Daniel Alexander Martínez Acosta por el delito de privación de libertad individual agravada, en perjuicio de Kevin Pérez.
Las investigaciones de la Fiscalía determinaron que pandilleros llegaron a la vivienda de su novia y, a punta de pistola, se llevaron a Kevin, y lo golpearon mientras lo obligaban a caminar hacia una colonia cercana.
Al siguiente día, la madre interpuso la denuncia ante las autoridades, pero el joven no ha sido encontrado.
La discusión que se dio entre ellos fue porque, supuestamente, Raúl había violado a su hijastra, la novia de Kevin.
“Como ya los metieron presos a ellos se terminó el caso, ya no me dijeron nada, solo que me presente a los cuatro años para que me den una carta de defunción, pero yo quiero encontrarlo”, expresó Rosa.
La agonía de Rosa no terminó el día de la sentencia, pues asegura que su hermano y sus cómplices no han dicho dónde dejaron a Kevin.
“Pido que me ayuden a buscarlo, no pierdo las esperanzas de hallar sus restos. Siempre voy a Medicina Legal cuando dicen que han encontrado fosas clandestinas, pero no aparece”, añadió.