La inhabilitación de la carretera a raíz de la caída de materiales también golpeó fuerte también el comercio en los cantones San Pedro, San Antonio y Palomar, en Victoria, departamento de Cabañas.
Y es que esa esa calle sirve para llegar a municipios vecinos, y a la propia cabecera departamental, Sensuntepeque, donde tiendas y panaderías ubicadas en la zona se abastecen de productos y materias primas.
“El cierre de la calle nos afecta bastante, uno gasta más para trasladarse, mi hijo debió ir en moto comprar harina y manteca, la moto se arruina por venir cargada y en la condición actual de la calle. Allí tenemos el carrito que ni sacarlo podemos por que es muy bajito”, relató María Maribel Escalante, quien es la propietaria de una panadería.
Comentó que por lo general, cuando compra materiales para su negocio, viaja en los buses que salen del cantón hacia Sensuntepeque.
“En el bus uno logra traer más cositas, para más días, en la moto no se puede mucho, el problema es que se gasta más dinero”, dijo María Maribel.
A la dificultad de comprar materiales, en estos días sumó la búsqueda del cilindro de gas propano que usa en la pandería, relató que ese lo debió comprar a más costo en uno de los cantones cercanos por la escases de los mismos provocada por el cierre de la calle.
Otro comerciante que sufre los efectos de los derrumbes es Juan Carlos Guardado, quien posee una tienda.
Él comentó que trasladar mercaderías puede costar entre 60 o 70 dólares por viaje, cuando en un bus puede pagar solo 3.50 de dólar por ida y vuelta.
Hasta $70 en pérdidas al día
Para los transportistas de la zona, tener los buses inactivos les puede representar pérdidas hasta de 70 dólares al día.
Ellos, por la afluencia de pasajeros, realizan solo dos viajes al día, uno en la mañana y otro en la tarde, entre el cantón San Pedro y Sensuntepeque, sin embargo por la condición de la calle debieron guardar las unidades y esperar hasta la apertura de nuevo de la calle.
“Pedimos que agilicen los trabajos, ya se ha perdido mucho dinero en los días sin trabajar”, sostuvo Neftalí Alvarenga, propietario de un bus ruta 481.
La falta de transporte también impacta muy fuerte a los pobladores, quienes deben pagar hasta 10 dólares como pasaje para salir de esos cantones.
Se suma que por estar en un sector fronterizo, también eso implica el comercio con poblados de Honduras, y que esas personas viajen hacia municipios salvadoreños.