Por más de un siglo, no ha habido un centro educativo en tres comunidades de Chalatenango: Pedro Díaz, en San Francisco Morazán; El Trigalito, en Dulce Nombre de María; y Plan del Rancho, en Citalá. Por eso, para solicitar al Gobierno una acción concreta que respalde la educación de unos 150 menores de dichas comunidades, cerca de cien líderes de Comunidades de Fe Organizadas en Acción (COFOA) se concentraron este jueves frente a las oficinas del Ministerio de Educación, para solicitar apoyo para la construcción de las tres escuelas.
Lucy Hernández, líder de COFOA en Plan del Rancho, expresó que "lo digo por mi experiencia, en mi juventud no tenía acceso a una escuela para que de niños estudiáramos. Y viendo la necesidad que tenemos en nuestro caserío, es que pedimos una escuela para que los niños sigan adelante y poder estudiar. En nuestro caserío van 107 años de no tener escuela. Es que nunca ha habido escuela".
Ante la ausencia de una escuela cercana a su lugar de vivienda, a los padres de familia de El Trigalito les ha tocado encontrar soluciones, a veces muy dolorosas. Tal es el caso de la familia de Verónica Ábrego, quien tuvo que tomar con su esposo la difícil decisión de ir a dejar a su hijo donde los abuelos, de lunes a jueves, para que estudiara en otro centro educativo, ya que en El Trigalito no hay escuela.
Su hijo reaccionó bien al principio, pero luego comenzó a llorar por las mañanas, a negarse a ir a la escuela a pesar de que iba con dos primas de la misma familia, y ahora no quiere seguir estudiando.
El mismo panorama viven las decenas de familias en esta zona del norte salvadoreño.
Ismael Chacón, líder de COFOA en la comunidad Pedro Díaz, San Francisco Morazán, tuvo que luchar para no romper en llanto al explicar cómo esta situación ha provocado un desarraigo en su familia.
"Ha sido difícil, porque para que ellos puedan estudiar, el centro escolar más cerca que hay… hay que recorrer casi tres horas, ida y vuelta, o sea tres para llegar y tres para regresar. Es una situación bastante difícil, bastante dura como papás. He buscado posada en un lugar más cerca, donde ellos puedan estar; pero no es fácil, porque la realidad es que uno sufre mucho (suspira y llora), el no estar con ellos, después viene desintegración familiar y todo eso. Y mi hijo mayor ha sufrido mucho el alejamiento", explicó Chacón, sobre todo cuando su hijo tuvo un incidente y se fracturó una clavícula y su brazo izquierdo, con ellos lejos y sin posibilidad de poder auxiliarlo.
Una delegación de los representantes en la concentración pacífica fueron recibidos por Mauricio Pineda, ministro interino de Educación. Como resultado de esta visita, aseguraron que el MINED se comprometió a visitar cada comunidad y apoyar con la acreditación de terrenos, que han sido donados por la misma comunidad, para continuar con la construcción de dichas escuelas, y romper así con más de un siglo sin centros educativos en esta área, una de las más empobrecidas del país.
Sin embargo, el MINED ha puesto ciertas condiciones para la edificación de las escuelas, según explicaron representantes de COFOA al salir de la reunión con el ministro Pineda.
"Adquirieron un compromiso con nosotros, nos dijeron que ellos a la segunda o tercer semana de octubre, nos van a visitar, a hacer un análisis del terreno, de todos los habitantes que hay, y ver si la población va creciendo o bajando… porque si va bajando qué chiste tiene construir una escuela donde no va a haber niños en unos cuantos años, nos dijeron", comentó una de las mujeres presentes en la reunión con Pineda, quien dijo también que el funcionario se mostró abierto a apoyarles con mobiliario y con una construcción temporal.