La visita de los turistas en la calle Rubén Darío se lleva a cabo ante la nutrida presencia de policías, militares y el cuerpo de agentes metropolitanos (CAM).
En cada esquina de las 8 o 9 cuadras donde es interceptada dicha calle permanecen en promedio 8 agentes del CAM, quienes vigilan que se respete el paso restringido de vehículos, el que está habilitado solamente de norte a sur y viceversa en la avenidas.
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La excepción de tráfico está en la 5a. y 7a. avenida Sur, donde todavía hay ventas estacionarias, pero donde también hay agentes del CAM.
Durante algunos momentos policías y militares patrullan la zona, lo hacen caminando y permaneciendo durante cierto tiempo en cada cuadra. Son al menos cuatro policías y seis soldados los que hacen la ronda.
La presencia de militares, policías y agentes del CAM permite a los peatones sentirse tranquilos y sacar sus celulares con libertad para hacer algunas fotografías.
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También los turistas extranjeros caminan de lo más despreocupados admirando detenidamente uno que otro edificio.
Es notable, además, la presencia de vigilantes privados, quienes trabajan para los negocios de la zona.
Las que quizás pasan un tanto desapercibidas son las cámaras de seguridad instaladas en los postes, bajo la nomenclatura de las calles y avenidas.
FOTOS: Así luce la calle Rubén Darío tras desalojo de vendedores
Es necesario mencionar que fuera de ese perímetro el cotidiano San Salvador sigue en pie. Hacia donde el visitante vuelva la cabeza podrá ver ventas y, a la vez, sentirse seguro.
El bullicio y el humo de los buses y los vehículos particulares no ha desaparecido de la zona.