La frecuencia con la que han estado ocurriendo los sismos en San Lorenzo y Ahuachapán está disminuyendo, de acuerdo a los reportes publicados en redes sociales por el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN), lo que estaría llevando a la normalización de la situación en ambos municipios que desde el domingo presentan dicha actividad.
La dependencia gubernamental informó que hasta las 10 de la mañana de este jueves 19 de enero se registraron 471 sismos, de los cuales dos fueron los principales y los demás han sido considerados como réplicas.
El reporte de las 2:00 de la madrugada daba cuenta que habían 459 sismos; es decir que en un lapso de seis horas se reportaron siete movimientos.
El miércoles, en el mismo periodo, se registraron catorce; mientras que el martes, desde la medianoche hasta las 8:00 de la mañana, fueron 53, según datos publicados en su cuenta de Twitter.
“Estaríamos esperando, por el histórico de sismos, que esta situación vaya deteniéndose poco a poco, que vaya entrando a la normalidad; pero como repito no podemos asegurar categóricamente cuándo va a suceder esto”, expresó el ministro de Medio Ambiente, Fernando López, durante un programa de entrevistas en televisión.
Una de las últimas actividades sísmicas que ocurrió en el departamento de Ahuachapán fue registrada durante diez días de julio del año pasado.
En ese entonces, la Red Sísmica Nacional de El Salvador registró, entre las 2:36 de la madrugada del 15 de julio y las 11:00 de la mañana del 25, un total de 151 sismos, que ocurrieron en Ahuachapán, San Lorenzo y Atiquizaya.
El funcionario explicó que lo que está ocurriendo actualmente en los primeros dos municipios es una serie sísmica y no enjambre sísmico.
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Explicó que el primero tiene un evento mayor con varias réplicas, tal como ha ocurrido desde el domingo anterior; mientras que un enjambre sísmico es un conjunto de sismos de la misma magnitud.
Agregó que tiene su origen en la falla de Jalpatagua, en Guatemala, ubicada a 30 kilómetros del cantón Las Chinamas, en la cabecera departamental.
“Estas son fallas locales; la mayoría de sismos que tenemos son de origen tectónico, son los que suceden en la costa, son los sismos que generalmente suceden a 30 o 40 kilómetros afuera de la costa y que tienen una profundidad de 50-60 kilómetros. Ese es el 75% de los sismos que tenemos y luego se tienen las fallas locales que también se activan y pueden ocasionar este tipo de serie sísmica o enjambre sísmico. También puede suceder en algún momento que sea de tipo volcánico, que no es este el caso”, dijo el ministro.
Mientras que el doctor en ciencias de la tierra y el mar y coordinador de la carrera de ingeniería geológica de la Universidad de El Salvador, Miguel Hernández, señaló, en otro programa de entrevistas, que lo que ocurre es un acomodamiento de fallas locales que puede suceder en cualquier parte del país.
“Se espera que un enjambre sísmico tenga una pequeña duración (aunque) puede durar meses; pero esperaría que vaya en disminución porque he visto algunas gráficas que ya va en disminución la cantidad de sismos”, dijo el profesional.
Protección Civil mantiene la alerta roja en los municipios de San Lorenzo y Ahuachapán; y verde en el resto de ciudades de la cabecera departamental y de Santa Ana.
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La compañía eléctrica Clesa, en un comunicado, realizó varias recomendaciones a la población en caso de que ocurra un sismo.
Entre ellas está que las personas deben estar alejadas de cables de energía, postes de luz, árboles o anuncios.
“Verifique si hay cables eléctricos dañados en el hogar. Desconecte la electricidad con el interruptor eléctrico principal si sospecha de daños. Si la electricidad se desconecta, apague todos los electrodomésticos y desenchufe todos los aparatos principales. Esta acción ayuda a evitar posibles daños en los aparatos cuando se restablezca la energía”, recomendó.
Además de que las personas no deben tocar un cable del tendido eléctrico caído.