Las instalaciones de la iglesia El Buen Camino de caserío Casa Mota, en Cantón El Brazo, San Miguel se ha convertido en albergue para 124 personas, más de la mitad son niños y adolescentes, se trata de una comunidad agrícola y ganadera cuyo fruto de su trabajo es utilizado para el consumo familiar, pero con el desbordamiento del Río Grande de San Miguel no ven más que pérdidas.
María Guadalupe Castro y sus tres hijos de 14, 8 y 1 año se han refugiado en dicho albergue a espera que “la llena baje”, esta mujer ha dejado de percibir $7.00 diarios por el trabajo que desarrolla en los cañales cercanos debido a que los terrenos se encuentran inundados, y tendrá que esperar una semana para poder reanudar sus labores.
Además la manzana de terreno que sembró con maíz podría perderse, “no sabemos si se perdió por completo, ahorita está en agua, pero creemos que se va a perder porque ya se ven amarillas las hojas” comentó.
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Otra de las mujeres albergadas es Ana Bety de León, quien junto a sus hijos, sembró 17 tareas y media, pero “el viento la dejó barrida, habíamos gasto bastante, debemos el abono que fiamos porque de mi familia ni uno salió en lo del gobierno (paquetes agrícolas). Parece que se borró la lista del sistema. Nos va a tocar esperar que realicen una nueva entrega y ¿qué vamos hacer?. Además nuestra casa está llena de agua y la corriente me llevó unas 150 gallinas de engorde ponedoras, me quedé sin nada”, manifiesta.
Sentado en una esquina de la calle, antes de llegar al albergue, José Francisco Hernández, de 71 años, observando el terreno donde se encuentra su casa y sus milpas casi cubiertas por el nivel del agua, que tenía unos 40 centímetros la mañana del miércoles.
“Se ha venido groseramente está llena, hoy no vamos a comer elotes ni le vamos a traer maíz suficiente a la gente de la casa. Al agroservicio he ido a comprar de mi bolsa los granitos que tengo sembrado; antes me daban paquete (agrícola del gobierno), no sé porque este año nos sacaron a varios del sistema. Si nos dieran apoyo de una ayuda, de algo que nos saque adelante, bueno fuera porque ahorita estamos perdidos”, comentó José Francisco.
Evaluación en San Miguel
Tienen previsto que este jueves la Comisión Municipal de Protección Civil inicié el levantamiento de datos mediante la Evaluación de Daños y Análisis de Necesidades (EDAN) en el área urbana de la ciudad de San Miguel para luego seguir en la zona baja del municipio.
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“En el sector de La Canoa y El Brazo son personas que se dedican a los trabajos agrícolas y prácticamente los cultivos podríamos estimar un 80% de pérdida en esa zona” , dijo Oscar Portillo, encargado de Protección Civil de San Miguel.
Sin embargo, el detalle de las pérdidas de cultivo se sabrá con certeza una vez se realice el levantamiento de datos.
“Iniciamos con tres equipos en la colonia Prados, Carrillo y Brisas (área urbana) el criterio que se tomó es que todavía la zona rural está inundada para realizar la evaluación del EDAN. Como aún está inundado no se puede tener un parámetro de afectación en cuanto a dimensión, es acá que entra el MAG que será parte de estos grupos donde evaluarán esas pérdidas junto con el CENTA” agregó Portillo.
Una vez tengan dicho análisis las familias de Casa Mota y zonas afectadas esperan poder recibir nuevos paquetes agrícolas para sembrar “milpas de humedad” pero esto dependerá de la recomendación que realice “la entidad competente. El objetivo es ver los daños en infraestructura y cultivos, para determinar las necesidades y en base a estas elaborar un plan que va a mitigar esas necesidades. Podría responder la Comisión Municipal de Protección Civil que involucra a todas las instituciones” apuntó Portillo.
Similar panorama en La Unión
Las pérdidas económicas y las cantidades de hectáreas que se han perdido por las fuertes lluvias y vientos por la tormenta Julia, también afectó a los agricultores de la comunidad Nueva Esperanza en la jurisdicción del municipio de Conchagua, departamento de La Unión.
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En las parcelas hay tramos de plantaciones quebradas, son pocas las que se resistieron a los vientos, a pesar que la tormenta no azotó como lo esperaban, dijeron algunos de los afectados; quienes están preocupados debido a que las pérdidas en los cultivos afectan su frágil economía familiar.
Hay personas que han cultivado entre 1 y 3 manzanas de maíz, es decir 10,000 varas cuadradas por manzana. De esa cantidad esperaban sacar de producción estimada de 30 a más sacos de grano, pero con las pérdidas que han tenido es posible que solo logren tener 6 a 10 sacos.
En otros lugares donde se registran daños es en el cantón Agua Escondida, en la jurisdicción de La Unión. Según Nelson Canales, los primeros reportes indican que solo en 15 agricultores hay 6 manzanas de maíz afectadas.
Algunos agricultores aseguran que las semillas que les dio el gobierno, les salió picadas, les tocó que seleccionar los granos buenos para sembrarlos, aunque muchos ya habían hecho deudas para iniciar con la temporada de la postrera porque la ayuda la recibieron muy tarde en relación a los tiempos que corresponden iniciar con la siembra.