Las tapaderas de botellas plásticas sobre un tablero similar al del ajedrez son la carta de invitación que reúne todas las tardes a trabajadores del mercado y visitantes del recién remodelado parque Infantil de San Miguel.
Roberto Coreas, de 52 años, lleva más de la mitad de su vida jugando “damero”, el nombre que ellos le dan al popular juego de damas.
“Cuando yo estudiaba, recuerdo que en el colegio había un grupo compañeros que se ponía a jugar damas y me dio curiosidad por aprender y me ponía a jugar con ellos”, recuerda.
Roberto explica con fluidez y autoridad que se juega uno contra uno y el objetivo es eliminar la mayor parte de peones (en este caso las tapas de botella plástica) del contrincante. El juego no termina hasta que uno de los participantes pierde todas sus piezas.
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“Lo divertido de este juego es cuando alguien hace una corona (cuando llega uno de los peones al otro extremo del tablero, éste se convierte en corona) y el oponente le encierra la corona y está se queda sin movimientos, aquí se le llama “chancha corona”, al jugador que le queda la corona encerrada se dice que es un jugador muy malo”, dice entre risas Roberto.
Mantener la mente activa
Miguel Ángel es uno de los competidores de mayor edad y asegura que con este deporte trata de divertirse y mantener la mente activa.
“Uno que ya tiene varios años de edad necesita distracciones sanas y mantener la mente ocupada. Este es un deporte que te pone a trabajar la mente, ya que se debe analizar cada movimiento que uno realiza y que el oponente hace, es un juego de estrategia”, comenta Miguel.
El juego de damas ayuda a desarrollar concentración, memoria, observación e imaginación, ya que el competidor debe resolver problemas, elaborar estrategias y tomar decisiones.
Entre los jugadores hay diferentes niveles;están los novatos, avanzados y maestros.
“La gente que esté interesada en aprender este juego que se venga, las puertas están abiertas para todos, y el que viene a aprender se le pone a jugar con los que menos pueden y a medida va aprendiendo va escalando dificultades. Nosotros aquí metemos al grupo al que viene, siempre tratamos de recibirlo bien”, manifiesta Roberto.