La Cruz Roja Salvadoreña ha sido un pilar en la atención de emergencias, pero también ha ampliado su labor para apoyar a víctimas de violencia y migración forzada.
Este año, la institución celebra 140 años desde su fundación, con un legado marcado por la entrega y el compromiso con la vida. "140 años se dicen fácil, pero para llegar hasta aquí tomó muchas generaciones de salvadoreños dedicados al servicio, atentos a las necesidades de la población de nuestro querido país", expresó Rigoberto Hernández, director general de la Cruz Roja Salvadoreña.
Desde su origen en 1885, la institución nació en medio de un conflicto. Apenas tres semanas después de su creación, su primera gran misión fue asistir a los heridos del enfrentamiento armado en Chalchuapa, Santa Ana, reafirmando su compromiso con la neutralidad y la ayuda humanitaria.
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Desde entonces, su labor ha sido ininterrumpida. "La Cruz Roja ha acompañado a nuestro país en diferentes momentos de la historia, siempre con un rol clave en la ayuda humanitaria. Sin duda, muchas personas han sido beneficiadas a lo largo de estos años", agregó Hernández.
Durante la guerra civil, los voluntarios brindaron atención médica en zonas de conflicto. Su papel también ha sido crucial en desastres naturales como terremotos, inundaciones y tormentas, donde sus equipos de rescate y albergues han salvado incontables vidas.
En la actualidad, la institución ha ampliado su enfoque con programas dirigidos a comunidades vulnerables, víctimas de violencia y personas en situación de movilidad. Trabaja en coordinación con el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) para implementar programas de salud comunitaria, atención psicosocial y capacitaciones en primeros auxilios.
Además, colabora estrechamente con el Ministerio de Salud, el Ministerio de Educación y el sistema nacional de Protección Civil. "Sabemos que el gobierno es el principal responsable de atender las necesidades de la población, pero desde nuestro rol somos un aliado clave para prestar este servicio", enfatizó Hernández.
Hoy en día, la Cruz Roja Salvadoreña cuenta con aproximadamente 2,000 voluntarios que prestan servicios en diferentes áreas de 60 seccionales a nivel nacional.
Con el lema “Trabajando juntos”, el doctor José Benjamín Ruiz Rodas, presidente de Cruz Roja Salvadoreña celebra “haber cumplido nuestras finalidades, con lo que se prometió cuando se creó está institución en 1885, la satisfacción de servir a los que sufren. Cada vez que pasan los años son distintas las posibilidades de servir”.
Los últimos 15 años la institución se ha dedicado al desarrollo de programas sociales en “las comunidades que casi nadie atiende, ahí servimos”. Este trabajo los ha llevado a ser reconocidos a nivel internacional.
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Cash transfer es uno de los programas poco conocidos de la institución en los cuales las personas víctimas de una emergencia pueden solicitar ayuda económica para solventar un problema en específico. “Vamos a la cabeza de este programa en el mundo, claro para esto se necesita mucha confianza y transparencia en nuestro trabajo”, detalló el doctor Ruiz Rodas, asegurando que se someten a rigurosas auditorías y quién ha liderado la institución durante los últimos 30 años.
Por su parte, Susana Arrollo, gerente de comunicaciones de la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y la Media Luna Roja, destacó la importancia del trabajo conjunto en la atención de crisis: "Responder a las crisis es un esfuerzo en equipo. No hay una institución, un Estado o una comunidad que pueda hacerlo sola, especialmente en un contexto donde las crisis se superponen unas a otras".
Con 140 años de servicio ininterrumpido, la Cruz Roja Salvadoreña continúa siendo un símbolo de esperanza y humanidad para miles de salvadoreños.
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