Élmer Canales Rivera, alias Crook, un cabecilla de primera línea de la Mara Salvatrucha (MS-13) reclamado por Estados Unidos, ha sido localizado en una colonia próxima al estadio Azteca, en la ciudad de México, por autoridades de ese país y de Estados Unidos, según una publicación del sitio Infobae, en una nota firmada por el periodista salvadoreño Héctor Silva.
De acuerdo con Infobae, que cita como fuentes a agentes federales y diplomáticos estadounidenses, la localización del cabecilla salvadoreño ha sido por el esfuerzo de investigación de la Fuerza de Tarea Vulcano, un grupo especial creado por Estados Unidos para investigar asuntos de pandillas.
“Uno de los agentes estadounidenses consultados por Infobae, que confirmó que Crook ha sido ubicado en la Colonia Santa Úrsula de Ciudad de México, dijo que su captura y extradición a Estados Unidos es una cuestión de días si el Departamento de Estado en Washington toma la decisión política de proceder. Este agente no descartó que Estados Unidos pida a los pandilleros arrestados y extraditados más información sobre la participación del gobierno Bukele en el pacto con la MS13 y el Barrio 18”, detalla la nota firmada por Silva.
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De concretarse lo anterior, Crook sería el cuarto pandillero, miembro de la llamada Ranfla Nacional (principales cabecillas de la MS) que sería llevado a Estados Unidos, donde existe una acusación en su contra por varios delitos calificados como graves, por la justicia estadounidense.
El fin de semana anterior se conoció que tres pandilleros del mismo nivel de mando que el Crook fueron capturados en México y enviados hacia Estados Unidos.
Las identidades de los criminales salvadoreños que ya están en manos de la justicia estadounidense son Vladimir Antonio Arévalo Chávez, alias Vampiro de Monserrat Criminales, Walter Yovani Hernández Rivera, alias Baxter de Park View, y Marlon Antonio Menjívar Portillo, alias Rojo de Park View.
Dos días después de las capturas de esos tres criminales, el gobierno salvadoreño mediatizó mediante videos e imágenes el traslado de 2,000 pandilleros al llamado Centro de Confinamiento del Terrorismo (Cecot). Esta megacárcel construida en Tecoluca, San Vicente, viola las reglas de Mandela de las Naciones Unidas, que establecen que una cárcel no debe tener espacio para más de 500 reclusos, han señalado organismos internacionales como Human Rights Watch.
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Las imágenes mostraban a cientos de pandilleros tatuados, esposados y colocados ordenadamente en filas, dentro de la cárcel de la cual el mismo presidente Bukele se ha ufanado en asegurar que es la más grande de América Latina.
Al mismo tiempo que el gobierno de Bukele montaba mediáticamente su muestra de “severidad” con los pandilleros, Estados Unidos revelaba las acusaciones contra varios pandilleros en las cuales se mencionaba directamente que funcionarios (Osiris Luna Meza, viceministro de Seguridad y director de Centros Penales, y Carlos Marroquín, director de Reconstrucción de Tejido Social) de Bukele habían establecido negociaciones con las dos principales pandillas.
Negociación con narcopandillas
En las investigaciones de una Corte de Nueva York también se señala que uno de esos funcionarios, Carlos Marroquín, alias Sliptone, sacó al Crook de la cárcel de máxima seguridad, conocida como Zacatraz, en Zacatecoluca, departamento de La Paz, y lo había llevado hasta México, utilizando recursos del gobierno.
Carlos Marroquín es actualmente el director de Reconstrucción del Tejido Social, una dependencia del Ministerio de Seguridad Pública, dirigido por Gustavo Villatoro, quien hace alarde de la severidad con la que combaten y tratan a los pandilleros capturados.
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En mayo de 2022, el periódico digital El Faro reveló audios en los que se evidencia una conversación de Marroquín con pandilleros, mediante la cual les asegura que él mismo sacó de la cárcel al Crook y lo llevó fuera de El Salvador.
A pesar del manejo mediático que el gobierno de Bukele hizo con el traslado de pandilleros, utilizando una gran cantidad de recursos que incluyó varios helicópteros como escoltas del convoy que salió del penal de Izalco hacia el de Tecoluca, eso no logró opacar el impacto que a nivel internacional ha tenido las revelaciones que Estados Unidos ha hecho sobre las negociaciones del gobierno de Bukele con narcopandillas con tal de mantener bajos los índices de homicidios.