Levi Cristino Santamaría fue la única víctima mortal que dejó el impacto de un rayo sobre la cancha del cantón Joya Galana del municipio de Nejapa, San Salvador. Este hecho conmocionó a sus familiares, amigos y compañeros de equipo que también resultaron lesionados luego impacto.
A sus 27 años de edad, Cristino disfrutaba de jugar el fútbol, de trabajar con su papá cómo constructor y electricista, pero sobre todo cuidar a su esposa e hija, que apenas tenía tres meses de nacida. Estudió hasta sexto grado en la escuela del cantón San Lorenzo Las Hamacas del municipio de San Matías y era el cuarto hijo de una camada de cuatro hermanos y dos hermanas.
"Le dije que se quedara, que mejor no fuera porque se iba a mojar (…) Traté de impedir que no fuera, pero me dijo que iría a la cancha",
Yanci de Santamaría, esposa
El domingo 11 de septiembre Cristino se alistó para salir antes del medio día de su casa en el cantón San Lorenzo hacia la cancha del cantón Joya Galana de Nejapa, a 11 kilómetros de distancia. Los encuentros deportivos eran planificados dependiendo del tiempo libre de los equipos.
Su esposa Yanci Vásquez señaló que minutos antes que Cristino saliera con sus amigos le advirtió que no saliera de la casa y que se quedara para ir a la iglesia. "Le dije que se quedara, que mejor no fuera porque se iba a mojar (…) Traté de impedir que no fuera, pero me dijo que iría a la cancha", explicó la mujer con resignación.
El joven obrero se casó hace el 26 de septiembre de 2019 con Yanci y se enamoraron en la iglesia cristiana evangélica, en donde ambos son bien queridos por su compromiso en la comunidad. “Era bien contento y le gustaba trabajar. Su único vicio era el fútbol, pero trabajaba para que no nos faltara nada a la niña y a mí, nos amaba. Soñábamos con ir a la playa y ahora no podremos ir. Él salvó la vida de los demás”, comentó.
A pesar de la súplica de su compañera, Cristino se subió a un pick-up con varios aficionados y el resto del equipo hacia el partido que cambiaría sus vidas.
Cinco minutos antes cae un rayo
Gonzalo Pérez, capitán de equipo rival denominado La Joya, describe lo ocurrido como algo que jamás en su vida esperó ver y vivirlo en primera persona. La Joya es el equipo rival del Club Deportivo Renacimiento, donde Cristino era delantero.
En esa cancha, en medio de cañales y alejada del mundo, sería el lugar donde ambos equipos se encontrarían por primera vez después de la pandemia al filo de las 2:00 de la tarde. Están confirmados por agricultores, campesinos y obreros de oficios varios.
Faltaban cinco minutos para que comenzara el partido cuando se escuchó un solo bombazo”
Gonzalo Pérez, capitán del equipo rival, La Joya Galana
“Ellos llegaron y como siempre uno busca un árbol para acomodarse y que le dé sombra para prepararse. Eso fue lo que hizo el equipo de visita y ya venía la tormenta, por lo que ellos se quedaron bajo la sombra del árbol. Nosotros ya estábamos con los uniformes, pues, pero ellos no. Faltaban cinco minutos para que comenzara el partido cuando se escuchó un solo bombazo”, dijo Gonzalo. En la cancha había no menos de cuarenta personas, entre los equipos, vendedores y parte de la afición.
Cristino se había levantado de donde estaba sentado para ir a comprar unas pupusas y comer previo al encuentro. Solo dio unos pasos cuando un rayo cayó sobre él provocando la muerte, mientras que el resto quedaron inconscientes o con “el cuerpo adormecido”. El capitán de La Joya Galana señaló que luego del estruendo observó como todos cayeron al suelo e incluso salieron “volando” metros fuera de la cancha.
“Dicen que todavía tenía corriente (eléctrica). De un solo lo mató el rayo”
Cristino Santamaría, papá del joven
Describió que todo pasó en un segundo y que todos quedaron paralizados sin saber qué hacer para socorrer a los jugadores del Club Deportivo. “No caían llamadas, no había señal para llamar a la ambulancia”, comentó Gonzalo con desesperación. “Los llevaron en el pickup en el que habían venido y fue complicado llevárselos porque esa calle es difícil de transitar”, continuó.
Don Cristino Santamaría, papá del joven, señaló que cuando se enteró bajó hasta la clínica de Quezalpeque para saber qué había ocurrido, aún mantenía la idea de que su hijo siguiera con vida, pero ya el Instituto de Medicina Legal (IML) ya estaba procesando la parte trasera del vehículo. “Dicen que todavía tenía corriente (eléctrica). De un solo lo mató el rayo”, comentó.
El fútbol para Cristino era la distracción de su trabajo o como él sabía decir “para quitarse el estrés”. Su papá recordó que desde que estaba pequeño le enseñó diferentes oficios como electricista, fontanero, albañilería, entre otros. Esto le servía para sobrevivir, pero no era suficiente debido a la mala paga que en algunas ocasiones tenían que enfrentar. “Era un buen hijo y a él lo querían bastante. Era lo más lindo que Dios me dio y esto nos ha deshecho a todos”, dijo el padre.
La familia comentó que el resto del equipo resultó con lesiones debido al impacto de la electricidad, por lo que fueron llevados a un hospital para mantenerlos en observación. Hasta donde ellos saben, algunos presentaron quemaduras y problemas en el corazón.
Busca ayuda para pagar el funeral
El padre de Cristino explicó a El Diario de Hoy que no cuenta con lo necesario para pagar los actos fúnebres, por lo que busca ayuda para salir de la deuda. Su trabajo como constructor de vivienda no es siempre bueno y escaso.