María Marilú Hernández, de 38 años, sufrió la muerte del bebé que tenía en su vientre en la madrugada del 17 al 18 de agosto, en el Hospital San Juan de Dios, en San Miguel. La hermana de Marilú, Silvia, quien le acompañaba, asegura que fue por negligencia del personal médico que atendió a la madre en dicho centro asistencial, y lo denunció públicamente en redes sociales.
Silvia narra que su hermana llegó a la Unidad de Salud de Perquín el 17 de agosto y le detectaron presión alta, por lo que fue enviada al hospital de San Francisco Gotera; ahí le diagnosticaron preeclampsia (afecta el suministro de sangre a la placenta, la cual alimenta al feto) y fue referida de inmediato al Hospital San Juan de Dios, en San Miguel, para que con una cesárea se protegiera la vida tanto de Marilú como del bebé.
Pero -continúa Silvia- la doctora a cargo la dejó en espera desde la 1 p.m., cuando Marilú ya tenía contracciones, y dejó en su lugar a estudiantes de enfermería sin experiencia, quienes “ni siquiera sabían dónde tenían que colocar el aparato para controlar el ritmo cardíaco del bebé”.
Dicha doctora, a quien Silvia califica como “déspota” y “negligente”, visitó de nuevo a Marilú a las 10 de la noche. Entonces, la madre ya suplicaba que le practicaran la cesárea; pero la doctora se negó y dijo que regresaría “en cuatro horas”.
La doctora volvió una vez más a las 3:30 de la madrugada del 18 de agosto y se llevó a Marilú para que tuviera un parto vaginal normal, “sin saber que el niño ya estaba muerto”, describe Silvia sobre ese duro momento.
Sobre la mencionada doctora, Silvia agrega que su reacción fue “salir corriendo al ver que el bebé nació sin vida y dejando a mi hermana en la sala de partos, sin haber concluido el parto y delegando a otra médico que terminara el proceso” con Marilú.
De acuerdo con la hermana de la víctima, el médico pediatra que recibió al bebé le informó en el momento que el niño, “al no poder salir, se hizo pupú dentro del vientre, tragó esos líquidos que le provocaron un fallo cardiorrespiratorio al obstruirse sus pulmones”.
Sin embargo, “cuando me dan a mí el acta para yo sacar al niño de la morgue, ahí dice, y yo tengo el documento, que el niño falleció por causas desconocidas. Ahí hay un encubrimiento”, señala Silvia.
“Mi hermana estuvo alrededor de 14 horas en el hospital, sufriendo y luchando por tener a su hijo, pero no le ayudaron, teniendo suficiente tiempo para salvarlo”.
Silvia Hernández, hermana de Marilú
La Procuraduría General de la República (PGR) pidió a las autoridades una investigación formal y, de acuerdo con Silvia, el doctor del Hospital San Juan de Dios migueleño visitó a Marilú el 22 de agosto para conversar sobre lo ocurrido, y le aseguró que harían las pesquisas correspondientes, tras solidarizarse con su caso.
Marilú salió ese mismo 22 de agosto del hospital migueleño cuando le dieron el alta y volvió al cantón Volcancillo, en Jocoaitique, Morazán, donde vive junto a su hijo mayor de 14 años y su madre.
Fue a Silvia, su hermana, a quien le tocó la dura tarea de informar vía telefónica al esposo de Marilú, José Mauricio Martínez, sobre la muerte del bebé, ya que él se encuentra en Los Ángeles, Estados Unidos, e incluso planeaba venir al país para celebrar el nacimiento del pequeño. Una celebración que ha terminado en luto y frustración.
La ley y la realidad
En su denuncia pública, Silvia agrega que “según el programa de la primera dama de El Salvador, (la Ley) Nacer con Cariño, las madres deben ser tratadas con dignidad y garantizar que los bebés nazcan en las mejores condiciones, garantizando su vida. Algo que no pasó con mi sobrinito”.
Con frustración en sus palabras, la hermana de Marilú cuenta que la madre ahora doliente “estuvo yendo a las charlas del programa Nacer con Cariño a la Unidad de Salud de Jocoaitique; pero ese programa ahora lo cuestionamos, porque a la hora de que ella iba a dar a luz, dijeron que no entraba en el programa por las condiciones médicas de ella, y que por eso no dejaban acompañar a nadie en su parto”.
En medio del dolor que representa esta pérdida para su familia, Silvia señala que hacen esta denuncia porque “queremos sentar un precedente y que este tipo de cosas no vuelvan a ocurrir, que ninguna madre pierda a su hijo en esas condiciones”.
María Marilú se dedica a oficios domésticos, no tiene ninguna enfermedad de base como diabetes o hipertensión, y en sus 40 semanas de embarazo antes de buscar el auxilio médico no tuvo complicaciones.
Silvia explica que el embarazo fue normal, que el niño nació con siete libras de peso y que eso hace más difícil el aceptar la forma en que se dio su muerte.
Medicina legal exhumó el cadáver del niño
Silvia Hernández, hermana de la madre y tía del bebé fallecido, confirmó que el martes fueron exhumados los restos del niño en el cementerio general de Jocoaitique, por parte de personal del Instituto de Medicina Legal, dentro de la investigación que ha iniciado la Fiscalía General de la República. “Le hicieron la autopsia y nos entregaron de nuevo sus restos”, detalló Silvia. Esperan una respuesta definitiva que determine la causa de muerte del hijo de María Marilú.
Sin postura de las autoridades
El Diario de Hoy envió un correo electrónico al doctor Carlos Efraín Montesino, director del Hospital San Juan de Dios de San Miguel, el pasado 22 de agosto, para pedir su versión ante esta denuncia. Su respuesta fue que un vocero del Ministerio de Salud se encargaría de la comunicación pertinente, la cual no llegó a esta redacción ni en llamada o vía electrónica hasta el cierre de esta nota.