"A partir de la muerte de él quedamos desamparadas"
Laura Laínez de Rivas es una viuda que forma parte de los Familiares del Personal Médico Fallecido durante la pandemia del covid-19. Ella asegura que, desde la muerte de su esposo, la situación se tornó complicada para su familia, pues el doctor Edgardo David Rivas Molina era quien proveía el sustento para el hogar.
Desde el fallecimiento del doctor Rivas, la familia de la víctima expresa sentirse desamparada, ya que el panorama económico que atraviesan no es el mejor y la ilusión de encontrar apoyo en el gobierno se vio desvanecida con el incumplimiento de la Ley de compensación económica que se les prometió.
Por si eso fuera poco, Laura asumió las responsabilidades del hogar en su totalidad para sacar adelante a sus dos hijas adolescentes, quienes cursan educación básica y media en la actualidad.
En los últimos dos años, Laura se ha dedicado a acompañar a los demás familiares del personal médico fallecido durante la pandemia para exigir lo que por ley les corresponde.
Laura ve, en dicha Ley, la oportunidad de asegurar un futuro académico exitoso para sus hijas, pues de recibir el beneficio plasmado en el decreto 723, tendrían acceso a becas académicas y a una compensación económica de $30.000.
Mientras tanto, Laura, al igual que otros familiares de personal médico fallecido en primera línea, planean darle seguimiento al tema del cumplimiento de ese decreto, hasta obtener la respuesta que les corresponde.
Doctor Rivas Molina
Según el relato de Laura, el doctor Rivas falleció el 29 de junio de 2020 a las 11:36 am. Ejerció como neurocirujano del Hospital Nacional San Rafael de Santa Tecla y perdió la vida en 2020, a causa del covid-19, en el Hospital Nacional Rosales. El pasado 2 de noviembre, su familia tuvo la oportunidad de visitar su tumba y llevar (por primera vez) un arreglo floral a su sepultura.
“Estamos aprendiendo a vivir sin ellos”
Beatriz de Ramos es una maestra que se une a la incansable lucha por el cumplimiento de la ley de compensación económica para familiares de personal de salud.
Beatriz enviudó en 2020, luego que su esposo, el doctor Jeremías Ramos Torres, perdió la vida a causa de la emergencia ocasionada por el covid-19.
Tras la muerte del doctor Ramos, la situación económica se tornó complicada y, ahora, es Beatriz quien debe enfrentar las responsabilidades del hogar.
Además de las responsabilidades económicas. A las complicaciones de la familia Ramos, se suman los problemas médicos que acarreó la muerte del doctor Jeremías.
Según Beatriz, ella desarrolló enfermedades cardiovasculares y ahora requiere atención psicológica. Además, sus hijos también sufren la pérdida de su padre y el futuro académico de los jóvenes se ve comprometido, pues la situación económica no es favorable.
Sumando al incumplimiento de la ley que respalda a los familiares del personal médico, fallecido durante la pandemia, Beatriz lamenta que, como parte del sector docente (público), también se encuentre desamparada, pues el gobierno no brinda la atención necesaria a ninguno de los dos sectores en cuestión.
Doctor Jeremías Ramos
Beatriz considera que su esposo es un mártir, pues tuvo que atender a la emergencia de la pandemia sin ninguna protección. El doctor Ramos Torres ejerció como médico anestesiólogo del Hospital Nacional Rosales durante más de 20 años. Según comentó Beatriz, él fue uno de los primeros en atender a pacientes contagiados con covid-19 en el Hospital Rosales.
"El único sostén económico, dentro de la familia de mi hermano, era él"
Warner Bonilla es un hombre de avanzada edad que se dedica a acompañar a los familiares del personal médico fallecido a causa de la pandemia del covid-19.
El motor que empuja a Warner a seguir en esta lucha son sus dos sobrinos, que en la actualidad estudian noveno grado y bachillerato. Warner relata cómo fue el enfrentar la muerte de su hermano.
“El único sostén económico dentro de la familia de mi hermano, era él. Él trabajaba para su núcleo familiar. La situación económica y material es totalmente diferente”, expresa.
Según el relato de Warner, sus dos sobrinos se han enfrentado a una situación complicada para continuar con sus estudios. Es por eso que, amparándose en la Ley (decreto 723), Warner exige al gobierno el cumplimiento del mismo.
Warner detalla que, como familiar de personal médico fallecido durante la pandemia, buscan el cumplimiento del decreto que promete brindar becas de estudio para los hijos de médicos fallecidos durante la emergencia.
Como en otros casos, el objetivo de la lucha es el mismo y aseguran no descansar hasta que su petición se cumpla.
Warner asegura que en el caso de sus sobrinos, tanto la familia materna y paterna de los menores, unieron esfuerzos para que ellos no abandonaran las aulas.
Sin embargo, la situación no parece mejorar. Ante la necesidad económica, la familia Bonilla atiende el llamado de demás familiares de médicos fallecidos durante la pandemia para lograr el objetivo principal: el cumplimiento de la ley.
Doctor Raúl Bonilla
Warner Bonilla detalló que su hermano, el doctor Raul Bonilla, ejerció como médico general en la Unidad Médica de Mariona y San Miguelito. Además, ejerció como médico ginecólogo en ambas unidades. El doctor Bonilla se contagió del virus mientras ofrecía atención médica en Mariona y perdió la vida ahí mismo, el 8 de julio de 2020, luego de permanecer una semana ingresado. A su funeral solo pudo asistir su esposa, debido a las estrictas medidas de bioseguridad. Ella contempló el sepelio a larga distancia.