Wendi Sosa tiene 24 años, es originaria de San Miguel y está varada frente a las costas de Piraeus, Grecia, al bordo del Celebrity Cruises.
Ella no viajó con motivo de turismo, tenía un contrato de trabajo por ocho meses con la empresa. Salió del país el 17 de agosto del año pasado, su contrató terminó el 1 de abril, fecha en la que tenía previsto regresar a El Salvador, pero por el cierre de fronteras por la crisis sanitaria sigue a bordo del crucero.
“Hace más de un mes me comuniqué con el Ministerio de Relaciones Exteriores y llené los formularios en línea. Sin embargo, no he recibido ninguna información o fecha estimada de mi regreso a casa”, relató Wendi.
Wendi cuenta que no percibe un salario porque su contrato ya terminó, pero que la ventaja que tiene, a comparación de otros muchos varados, es que la empresa le brinda el alojamiento y alimentación sin costo adicional. Sin embargo, es la única salvadoreña a bordo y de las pocas que queda porque sus compañeros y compañeras de trabajo ya están regresando a sus países de origen.
Aseguró que se comunicó con Cancillería hace más de un mes, pero hasta la fecha no ha recibido ninguna respuesta.
“Sigo en el bote esperando que el gobierno brinde un plan de repatriación para poder regresar a casa. Me encuentro aislada desde hace más de 68 días, mi tiempo de estadía en el barco es incierta, ya que soy la única salvadoreña a bordo y la empresa Celebrity ya está repatriando a todas las nacionalidades a bordo, pero yo sigo sin tener una solución”, dijo.
Una salvadoreña en un crucero
El objetivo de Wendi era trabajar y ahorrar para pagar los gasto de su graduación, pretendía graduarse en junio, pero por la emergencia causada por el COVID -19 y el retraso en su regreso no le fue posible iniciar los procesos.
“Debía comenzar el proceso de graduación en junio y ni siquiera he hecho los trámites para ello ya que pretendía llegar en abril para hacerlos y sigo acá sin saber hasta cuándo lograré regresa a El Salvador”.
“Todos los días me comunicó con mi familia, ellos me mantienen mi moral alta dándome ánimos a que todo saldrá bien y pronto estaremos juntos porque no es fácil estar tan lejos y sola en estos momentos con la impotencia de no poder hacer nada para irme a casa”, agregó.
Este era el primer viaje de Wendi y la primera vez que se alejaba de su familia. Ella fue de las salvadoreñas beneficiadas con una de las becas que el ministerio de Trabajo brindó para hacer el curso de Marino mercante en la base naval de La Unión y la Autoridad Marítima Portuaria otorgó el pasaporte marino a los estudiantes que se graduaron del curso.
“Apliqué en línea a la empresa naviera y fue por mis propios medios que llené las solicitudes e hice una entrevista vía Skype aplicando en inglés a mi puesto de trabajo y fue en junio que recibí mi contrato para comenzarlo en agosto”, contó.
“Hago un llamado a el Gobierno de El Salvador a no olvidar a sus compatriotas que estamos en otros países a la espera de que se haga realidad un plan para poder regresar y estar con nuestras familias”, concluyó Wendi.
Salvadoreña becada en Madrid pide ser repatriada para estar con su hija de cuatro años
La joven esperaba llegar a Madrid, estudiar y trabajar para pagar los créditos que adquirió para viajar pero por la crisis sanitaria no le ha sido posible. Ahora sus ahorros se han acabado y no sabe cómo pagar alimentación y hospedaje.