Joel Omar Valle Leiva fue condenado este lunes a 50 años de prisión por el feminicidio y posterior desaparición de su esposa Flor María García. El imputado, esposado de manos y pies, escuchó el fallo de forma virtual desde el penal de Zacatecoluca.
Mientras que el primo de Valle Leiva, Boanerges Valle Quezada, fue condenado a dos años de cárcel por el delito de encubrimiento, con un reemplazo de la pena por medidas alternas a la prisión. Valle Quezada enfrentó las últimas diligencias del proceso judicial en libertad.
La sentencia fue emitida por el Juzgado Especializado de Sentencia para una Vida Libre de Violencia y Discriminación para las Mujeres, de San Salvador.
“La @FGR_SV ha demostrado con suficientes pruebas que él planeó y cometió el crimen, para lograr que el Juzgado Especializado de Sentencia para una Vida Libre de Violencia para las Mujeres de San Salvador le imponga una condena ejemplar”, publicó el ministerio público en su cuenta de Twitter.
En la lectura de la sentencia contra los acusados estuvieron presentes una hermana y el padre de la víctima. Al final de la lectura del fallo, la hermana agradeció a la Fiscalía, al abogado querellante y a los medios de comunicación por ayudar a visibilizar la desaparición de Flor García, en su momento.
Por su parte, el movimiento en redes #TodosSomorFlor publicaron un comunicado de agradecimiento a todas las personas que se unieron para la búsqueda de la joven y la petición de justicia para que su feminicidio no quedara en la impunidad.
"Nuestro camino hacia la justicia fue largo y doloroso pero damos gracias a nuestra familia y amigos, a las instituciones feministas que nos dieron acompañamiento y a todo un país por apoyarnos desde aquel primer día", expresa el comunicado.
Flor María fue reportada como desaparecida por su esposo el 16 de marzo de 2021, quien dijo a las autoridades que ella había salido a comprar unos insumos médicos San Salvador desde la 6:30 de la mañana y ya no regresó.
Ella colaboraba en las labores de la clínica odontológica de su esposo localizada en el centro del municipio de Cojutepeque.
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Los hermanos de Flor se movilizaron a la mañana siguiente de la desaparición desde el municipio de Acajutla hasta Cojutepeque para iniciar la búsqueda y la denuncia para que las autoridades atendieran el caso.
Joel Valle fingió desconocer el paradero de su esposa y madre de sus dos hijos, engañando incluso a su propia familia y mintiendo a las autoridades sobre la desaparición de Flor.
Pero 101 días después de la desaparición, el hombre fue capturado como sospechoso de la desaparición y según fuentes policiales y fiscales, tras ser capturado como sospechoso, Valle Leiva reveló a los investigadores el sitio donde ocultó el cadáver junto a su cómplice y primo, Boanerges Valle Quezada.
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La confesión que hiciera Valle Leiva de que él había asesinado a su esposa, Flor María, permitió a las autoridades localizar su cuerpo en un botadero de ripio y basura, en el kilómetro 32 de la carretera Panamericana, en Cojutepeque, Cuscatlán, 105 después que fuera reportada como desaparecida.
La pareja era integrante de la Iglesia Bautista Emmanuel, sin embargo, al inicio del proceso judicial contra Joel Omar Valle, el fiscal del caso informó que la vida de Flor María estuvo marcada por todo tipo de violencia ejercida por su esposo.
“La víctima sufría de violencia psicológica, violencia económica, con mucha violencia. Ella vivía privada de sus cosas y era denigrada, eso será parte de lo que Fiscalía está comprometida a esclarecer”, dijo una fiscal del caso.