José Elías Morales Hernández fue condenado a 25 años de prisión por el asesinato de Alexa Landaverde, una mujer trans, con la que mantenía una relación sentimental.
La condena fue emitida por el Tribunal Segundo de Sentencia de Santa Tecla por el delito de homicidio agravado, además el condenado deberá responder a los familiares de la víctima en concepto de responsabilidad civil.
Según la investigación, el 10 de diciembre de 2021, Alexa salió en compañía de Morales Hérnandez, de la modesta vivienda donde la mujer trans vivía con su madre en una zona rural de Quezaltepeque y desde entonces ya no regresó.
Su familia relató a este periódico que Alexa siempre mantenía comunicación con ellos, por eso desde el principio se preocuparon, cuando ella no regresó y tampoco contestaba su celular.
Un día después de su desaparición alguien, quien tenía acceso a su cuenta de Facebook, publicó fotos de Alexa junto a un hombre, pero su familia aseguró que no había sido ella, porque de ser así, se habría comunicado con ellos.
“Ella siempre se comunicaba con la mamá para decirle dónde estaba y a qué hora regresaría, por eso estamos preocupados”, expresó un familiar, cinco días después de la desaparición.
A ese momento la hermana de Alexa ya había recorrido hospitales, delegaciones policiales, morgues en busca de la joven trans.
Morales Hérnandez le dijo a la familia de Alexa que el día que salieron ella se había quedado en el centro de Quezaltepeque y luego él se había marchado a su casa, pero la familia sospechó que estaba mintiendo.
Casi un mes después, los restos de Alexa fueron encontrados dentro de un pozo en un predio baldío en el cantón Zapotitán, en Ciudad Arce.
El hallazgo se dio tras la captura de Morales Hernández, quien había sido acusado por la desaparición.
La familia reconoció los restos eran de Alexa por dos accesorios: un arete que tenía en el ombligo y una pulsera tobillera, según explicaron.
Sin embargo, tuvieron que esperar los resultados de las pruebas genéticas realizadas por Medicina Legal para recibirlos y poderlos sepultar en el cementerio de Quezaltepeque.