Integrantes de la población LGBTIQ+, organizaciones sociales que defienden los derechos de estos grupos y ciudadanos aliados, marcharon en horas de la tarde del sábado desde el bulevar de los Héroes hasta la plaza del Divino Salvador del Mundo para celebrar el Día Mundial del Orgullo LGBT.
Este desfile que reivindica los derechos de la diversidad en El Salvador se realiza cada año desde 1997, exigiendo a los gobiernos de turno igualdad de derechos en educación, salud, trabajo y seguridad.
Sin embargo, según el comunicado creado en conjunto por las organizaciones que luchan por los derechos de esta población, esta sería la primera de muchas movilizaciones que lucharán por la visibilización y la reivindicación los derechos en un contexto en el que en cinco años la libertad de expresión ha sido una de las más dañadas.
Las organizaciones, señalaron a la disolución de la Dirección de Diversidad Sexual, la derogación del decreto ejecutivo 56 que prohibía toda forma de discriminación sexual y de identidad de género, las acciones de exclusión en la salud pública, el engabetamiento de la propuesta de la ley de Identidad de Género y la Ley por la Igualdad y la no Discriminación.
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Según el comunicado estos actos representan una mala gestión de Gobierno y marcan: “el fin de 32 años de democracia que aunque débil y homo y transfóbica no empujaba a sus detractores al exilio y no afectaba como hoy el goce de todos los derechos de todas las poblaciones”.
El Desfile del Orgullo, que culminó en la plaza del Salvador del Mundo, tuvo momentos de tensión cuando extranjeros de una iglesia evangélica se presentaron a provocar a los asistentes con carteles y acusándolos de pecado, molestando a los manifestantes y provocando forcejeos para lograr la expulsión de los evangelizadores.
Sin libertad de expresión
La mayoría de los asistentes coincidieron en que la libertad de expresión es uno de los derechos con mayor retroceso en estos últimos cinco años y aseguran que espacios como esta marcha son necesarios para luchar contra la discriminación y la igualdad.
Tiffany llegó desde San Miguel para participar en la marcha del orgullo, fue vestida personificando a Úrsula, personaje de la película "La Sirenita". Según ella, asistió a la marcha debido a “las vulneraciones de los derechos y los retrocesos del país”, y agregó que “la lucha debe ser constante hasta tener éxito”.
También criticó los despidos que se han realizado en los últimos días por el Gobierno y aseguró que los derechos laborales de nadie deberían ser vulnerados solo por su pensamiento e identidad.
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Naomí, quien también asistió a la marcha, mencionó que las acciones del Gobierno contra la comunidad son por “publicidad mediática”, pero considera que es una vulneración a sus derechos y libertad de expresión, además agregó que la clausura de la obra en el Teatro Nacional, por parte del Ministerio de Cultura fue censura y que se pudo haber resuelto, al cambiar la clasificación para mayores de edad.
Otra de las asistentes fue Luna, artista drag, quien considera que este tipo de movilizaciones son importantes para toda la comunidad LGBTIQ+ ya que es de los pocos espacios donde se pueden expresar, sobre todo luego de las publicaciones por parte de Presidencia, menciona. Agregó que “estamos en marcha y en pie de lucha, por todo lo que nos quieren quitar”.
La artista drag cuestiona a los ministerios de Educación y Salud por eliminar contenido necesario acerca de la identidad de género e incluso enfermedades como el VIH. “Ya no nos pueden hablar sobre la identidad de género y que se haya borrado todo en la currícula, desde ahí estamos mal” expresa la asistente, quien andaba maquillada su rostro de blanco, con detalles negros que pronunciaban rasgos faciales.
Agregó también que “debemos tomarnos todos los espacios que podamos, si es la calle el único espacio que tenemos, pues la calle nos vamos a agarrar” e invitó a todos los miembros de la comunidad a luchar desde su trinchera.