Más de un centenar de personas de la población lesbianas, gais, bisexuales, transgéneros, Intersexuales y otros (LGBTI+) marcharon la tarde del sábado. También les acompañaron amigos, familiares y otros aliados.
La actividad se realizó para celebrar el Día Internacional contra la homofobia, transfobia y bifobia, que en sus siglas en inglés se conocida como IDAHOBIT.
La fecha exacta de la celebración es el 17 de mayo, debido a que en ese fecha en 1990 la Organización Mundial de la Salud (OMS) retiró la homosexualidad de su catálogo de enfermedades.
“Es importante entender para nuestra población que la homofobia y las demás fobias, siguen aún vigentes. Aún hay jóvenes, aún hay personas que están viviendo en el closet porque la discriminación que se vive en nuestros empleos, en nuestras familias y la sociedad en general aún están vigentes”, dijo Burka Voon Tesee.
Voon Tesee no pasó desapercibida, su vestuario de pijama a rayas con un triángulo de tela rosado en la altura de su pecho, hacía referencia la forma de clasificar a los homosexuales en los campos de concentración en el tiempo de la Alemania Nazi.
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Para esta población, El Salvador sigue siendo un país que discrimina. “Queremos visibilizar la necesidad de una Ley de identidad de género. La Sala de lo Constitucional ya había dado un plazo a la Asamblea Legislativa, terminó el plazo y no se legisló en favor de las personas trans. Vemos que este gobierno no ha estado trabajando por esta población”, denunció Alejandra Flores.
Esa falta de ley de identidad la experimentan Lorena Durán y su yerno. Ella acudió a la marcha para apoyar a su hija bisexual. “Yo vivo en la lucha de que no se hacen, sino que nacen, eso debería entenderlo la gente”, asegura Durán.
Para ella el que El Salvador no cuente todavía con una Ley de identidad de género es algo “contradictorio”. “Mi yerno es un hombre trans y yo lo llamo Daniel, pero todo mundo me critica y me dicen que ‘por qué’ le llamo así si es una ‘mujer’, entonces, estar explicando a la gente eso… sería lindo que él ya tuviera Daniel en su DUI. Él así se siente y yo así lo veo”, agregó Durán.
Pero más allá de la mala experiencia de estarle explicando a la gente, para Daniel Cruz, de 27 años de edad, la falta de esa ley le daña en el acceso a sus derechos fundamentales.
Él asegura que algo que le ha afectado es no poder conseguir trabajo debido a la falta de coincidencia entre la identidad en su Documento Único de Identidad (DUI) con su expresión de género. “La falta de empleo siempre me golpea o, a veces, me dan el empleo, pero ya cuando pasa el tiempo me dice ‘mirá, ya no porque no nos gusta tu apariencia’. Es decir, no se basan en mí por lo que yo puedo hacer, sino que me van juzgando por mi expresión de género”, explica Daniel.
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Daniel ha buscado oportunidades como auxiliar de mantenimiento en maquilas y otras industrias, pero siempre ha terminado siendo discriminado, algo que piensa sería distinto si su documento reflejara su identidad autopercibida.
En 2022, un juzgado de familia autorizó el cambio de nombre Karla Guevara y Aldo Peña, pero el jefe del Registro Familiar de la alcaldía de San Salvador presentó un amparo ante la Sala de lo Constitucional. La sala emitió medidas cautelares para detener los procesos.