Cincuenta vendedores informales ubicados sobre la entrada de Soyapango, en el bulevar del Ejército, serán los primeros desalojados de la nueva administración de la Alcaldía de San Salvador Este, dirigida por José Chicas.
Los vendedores fueron notificados de palabra por agentes del Cuerpo de Agentes Metropolitanos que tendrían 72 horas para retirarse, plazo que se cumple hoy. Durante el miércoles, los comerciantes aprovecharon hasta las últimas horas del día para vender.
Rosa Elisea Marín de 66 años, es una de las primeras desalojadas. Ella ha vendido durante más de 15 años golosinas como dulces, galletas, agua y sodas en dicha zona. Sus clientes son los trabajadores de limpieza del centro comercial, dependientes de tiendas y transeúntes.
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Para ella, la medida que el alcalde José Chicas ejecutará no es viable: “votamos por soluciones para los que vivimos en Soyapango, no por desalojos”. Doña Rosa rechaza la forma en cómo se ha ejecutado el plan de reordenamiento, pues enviaron agentes de seguridad a avisarles: “Como si somos delincuentes, nos mandan a policías y al CAM, pero nosotros pagamos para poder vender aquí”. Los vendedores pagan un impuesto de $7 al mes.
La vendedora dijo que pese a que no está de acuerdo con que la desplacen de su espacio de trabajo, no se opondrá. “Si nos oponemos, creemos que nos pueden detener bajo el régimen de excepción”, afirma.
El alcalde de San Salvador Este, por su parte, comunicó a través de la red social X (antes Twitter) que el desalojo de ventas en el bulevar del Ejército se debe a denuncias de otros ciudadanos, que expresan que el espacio se ha vuelto inviable para transeúntes. “Somos conscientes de que esta medida puede suscitar interrogantes; sin embargo, queremos asegurarles que nuestro principal objetivo es prevenir tragedias y garantizar la seguridad de todos los ciudadanos”, escribió el alcalde Chicas en el comunicado.
Asimismo, el funcionario anunció que los vendedores serían reubicados en un lugar seguro y viable y que también recibirían un capital semilla. Sin embargo, los vendedores afirman que la alcaldía les ha ofrecido un local en el mercado Las Palmas o Las Margaritas, espacios de comercio que por años han sido abandonados por la anterior alcaldía de Soyapango.
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Sobre el incentivo monetario, los vendedores afirman que solo fue mencionado, pero desconocen el monto y tampoco tienen respaldo de un documento que certifique a cuánto ascenderá el capital semilla y en cuanto tiempo lo recibirán.
“No nos han hecho censo ni nada, solo nos han pedido los números de teléfono, nada nos da seguridad que esa promesa se va a cumplir”, expresó otro vendedor que prefirió no identificarse.
“Él (alcalde) prometió que nos iba a ayudar a las personas de la tercera edad; de este poquito que vendemos sobrevivimos, somos vendedores no delincuentes”, recalcó doña Rosa. Aunque no sabe qué hará después del desalojo, no dejará de luchar, afirmó.
Daisy Nohemí, vendedora de ropa deportiva, también es una de las afectadas por el desalojo. Para ella, este espacio fue durante ocho años el lugar que le permitió alimentar a su familia luego de que otro tipo de comercio no fuera tan efectivo. “En esos mercados no se vende nada, aquí, gracias a Dios, aunque sea para la comida vendemos, por eso tomaría la alternativa del dinero y no del puesto”, indicó.
Según otros vendedores de la zona que serán próximamente desalojados, el alcalde Chicas busca replicar el proyecto de “revitalización” en Soyapango, lo cual les preocupa que con este plan se incluya también la criminalización a este tipo de forma de trabajo como se ha visto en el Centro Histórico de San Salvador.
Gloria Menjívar, de 53 años, es una de las vendedoras más antiguas de la zona. Ella afirma que ha visto la ampliación del bulevar del Ejército y otros desarrollos en el lugar. “Empecé a vender aquí desde que era una niña”, dijo.
Menjívar aún no ha sido notificada para que desaloje, pero sí se les ha informado que luego de los primeros vendedores, tanto ella como sus compañeros del sector de la parada de buses, cerca de la pasarela, serán los siguientes. “Los diputados, alcaldes y otros funcionarios tienen su sueldo fijo y nosotros no, por eso estamos preocupados, necesitamos verdaderas soluciones no propuestas que nos afecten más a nuestra economía”, manifestpo.
Los vendedores piden al alcalde que cumpla la promesa de un capital semilla y una alternativa de espacio comercial más viable.