En 1970 culminó la primera etapa de la construcción de los edificios multifamiliares del Centro Urbano José Simeón Cañas, un megaproyecto de vivienda social que fue desarrollado por el Instituto de Vivienda Urbana (IVU) y la Dirección de Urbanismo y Arquitectura (DUA), dos entidades que funcionaron entre 1950 y 1980 para la creación de viviendas asequibles a personas de escasos recursos económicos.
A inicios de los años 50, en El Salvador regían los gobiernos militares, en ese entonces el Partido Revolucionario de Unificación Democrática (PRUD). En 1950, Óscar Osorio ganó la presidencia y en ese mismo año se creó el IVU y el DUA para aliviar la necesidad de vivienda en una época de bonanza económica, propiciada por altos precios del café en el mercado internacional y la exportación de algodón y azúcar. La dinámica económica propiciaba la migración del campo a la ciudad y un acelerado crecimiento poblacional.
Son alrededor de 255 manzanas de terrenos rústicos que adquirió el IVU para la creación de los popularmente conocidos como "edificios de la Zacamil" que comprenden unos cinco mil apartamentos y casas. Para su edificación se utilizaron diversos sistemas de construcción, materiales, y se dividieron en diversas etapas como: Zona Magisterial, Los Cuatrocientos, Zona de El Hoyo, Ex-Mercadito, de El Parque y la Súper Manzana. Los primeros fueron entregados en 1970.
Esta última fue la etapa más reciente del proyecto y la más afectada durante el conflicto armado. Su nomenclatura comprendía la primera centena, con cinco niveles, y cuatro apartamentos por nivel; sistema constructivo a base de paredes de carga y relleno de bloque de concreto.
Los demás edificios están conformados por cuatro niveles y cuatro apartamentos por nivel, distribuidos en dos o tres dormitorios, una sala/comedor, cocina, área de lavado y baño. La mayoría fue construida mediante marcos de concreto y relleno de bloques de concreto en su estructura.
La construcción de viviendas de interés social abarcó diferentes proyectos en la capital como el Centro Urbano Libertad, Centro Urbano Atlacatl, Centro Urbano Candelaria, Monserrat, Amatepec, IVU y otros, con lo cual generaron 8,894 viviendas de interés social.
El arquitecto y especialista en modelos de desarrollo de viviendas de interés social, Manuel Peña, sostiene que el modelo de edificios multifamiliares de la colonia Zacamil es "exitoso", hasta el punto de ser estudiada para la producción arquitectónica salvadoreña de años posteriores y que podría ser retomado en la actualidad.
"Es un caso de vivienda de interés social digna, con dimensiones apropiadas, muy distintas a las dimensiones mínimas que hoy en día se proyectan. Infraestructuras y equipamientos como parques, hospitales, transporte público, áreas recreativas y áreas comerciales. Todo cerca en torno a este complejo urbano", aseguró el especialista.
Peña explicó que, culturalmente, las personas únicamente valoran el arquetipo tradicional de una casa con patio, la cochera como "algo digno". "Existen casos como la Zacamil, IVU, Monserrat, Modelo que prueban que los edificios multifamiliares son una alternativa viable", detalla el arquitecto.
El especialista también comentó que este tipo de vivienda ayuda a densificar el territorio, puesto que se construye en menos territorio más viviendas. "Siempre con todas las instalaciones complementarias que necesitan", manifestó.
Peña aseguró que el modelo de viviendas de los edificios en Zacamil se puede replicar con acompañamiento gubernamental y cooperación internacional. Asimismo, explica que el Estado debe regular el mercado para vivienda o inversión.
Según el Fondo Social para la Vivienda, para que una vivienda sea catalogada como de interés social, su precio debe rondar entre $20,000 y $62,000.
El problema del acceso a una vivienda no es nuevo. Con el paso de los años, ha aumentado tanto en demanda como precios. Así lo indica el "Estudio de condiciones de competencia en la provisión de vivienda nueva en El Salvador", de la Superintendencia de Competencia de El Salvador. Entre 2010 y 2019, menos del 12 % de proyectos estuvieron destinados a personas con ingresos menores a los $1,500 al mes. Y casi un tercio, el 32.9 %, tuvieron como público objetivo a personas que ganan más de $6,000 mensuales.
Para Elizabeth Estrada, Técnica de la Dirección de Cultura de Derechos Humanos de Fespad, la problemática del acceso a una vivienda adecuada se debe a tres factores: "Desatención estatal en la materia, poca o nula voluntad política para atender la situación de personas que se encuentran amenazadas con ser desalojadas, mayoritariamente pertenecientes a asentamientos humanos irregulares, visión mercantilista del acceso a la vivienda" aseguró.
Según declaraciones de la ministra de Vivienda, Michelle Sol, en abril de 2023, en ese año entregarían 14 mil viviendas de interés social a escala nacional, todas de proyectos privados. El arquitecto y urbanista, Jorge Regazzoli, desconoce la entrega de estas urbanizaciones y valora que los proyectos de vivienda de interés social han disminuido desde la gestión gubernamental de Nayib Bukele.
"Antes, cuando también era insuficiente para la población, se contaba con financiamiento internacional para este tipo de proyectos. Ahora, debido a las dificultades para acceder a este, se ha reducido, por tanto, la inversión en vivienda de interés social", añade Regazzoli.
La resistencia de los edificios
Los edificios de la colonia Zacamil han sobrevivido a múltiples hechos históricos como terremotos de gran magnitud como el de 1986 y 2001. El último estudio sobre daños a edificaciones por un terremoto fue en el año 2001, donde detalla que al menos 5 edificios multifamiliares de La Zacamil tienen "bandera amarilla", que debe ser utilizado con precaución.
Los edificios de La Zacamil que detalla el estudio son #20, #21, #18, #391, #390. Desde entonces, no se posee otro informe detallado sobre el estado de los edificios en San Salvador. El último fue elaborado por una comisión evaluadora que estaba a cargo del Ministerio de Obras Públicas (MOP).
También, la zona de "la gran manzana" de los edificios de la Zacamil fue golpeada por la guerra civil durante sus últimos años en la reconocida "ofensiva hasta el tope" que tuvo como campo de batalla en diversas zonas.