El cólera, una enfermedad que ataca el sistema gastrointestinal de las personas contagiadas, que puede ser mortal y que provocó una epidemia a inicios de los 90s en El Salvador, ha resurgido con un brote en el país caribeño de Haití, según alertó a inicios de octubre la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
Hay riesgo para el resto de países de Latinoamérica de que este brote avance a nivel internacional, por lo que la Organización ha pedido a los diversos gobiernos de la región que tomen las medidas del caso.
Hasta el 14 de octubre anterior, el registro por cólera en Haití era de 35 muertes, 47 casos confirmados y 560 sospechosos; fue en la capital, Puerto Príncipe, donde surgió el primer caso.
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El ministro de Salud de El Salvador, Francisco Alabí, dijo el lunes que “no tenemos casos de cólera de momento en el país. Ya tenemos un par de semanas con esta situación, con dos casos de cólera en Haití, de la cepa pandémica, que generó complicaciones en el mundo en 1991, una situación crítica con hospitales saturados con enfermedades diarreicas. Hubo muchas letalidades en El Salvador y en el mundo entero”.
El funcionario detalló que esta es una enfermedad “silenciosa” en cuanto a síntomas, que se transmite por el contacto con alimentos o agua contaminada con heces fecales de la persona contagiada, y dijo que para ello han capacitado debidamente al personal del sistema de salud nacional, para reaccionar de forma adecuada ante un cuadro clínico de posible contagio por cólera.
“Si no se toma acciones pertinentes en el momento adecuado, el cólera tiene un índice de letalidad muy alto”
Francisco Alabí, ministro de Salud de El Salvador
Aunque no es el caso de El Salvador, ya que no hay contagios confirmados por cólera, el ministro avisó que de darse que una persona enferme de este mal en el país, el protocolo es distinto y prácticamente, en ese escenario, “toda diarrea debe ser tratada como si fuese cólera”, ya que “es una enfermedad que puede pasar desapercibida” y confundirse con otro malestar gastrointestinal.
El doctor Milton Brizuela, expresidente del Colegio Médico, estuvo en entrevista con TCS el lunes, y ahí alertó que “ese tipo de infecciones (como el cólera), mal manejada, puede conllevar a que las personas puedan terminar falleciendo”.
Recordo también lo ocurrido a inicios de los 90s, cuando “hemos tenido epidemia de cólera y fue bastante difícil controlarla. Se activó en esa época todo el sistema de salud, y a pesar de que hubo fallecidos, las consecuencias no fueron tan graves como se esperaba”, aunque sí exigió de una respuesta robusta por parte del Minsal.
Para el caso de Haití, la directora de la OPS, Carissa F. Etienne, explicó recientemente que “el cólera ha llegado (a este país) en medio de graves disturbios sociales y políticos”, lo cual “complica los esfuerzos para proporcionar asistencia humanitaria y responder al brote”.
En respuesta a la crisis de Haití, que es uno de los países más empobrecidos de América Latina, la OPS “está apoyando a las autoridades haitianas y a sus socios internacionales en el establecimiento de centros de tratamiento del cólera. La Organización ha donado dos toneladas de suministros médicos y está ayudando al Ministerio de Salud Pública y Población en las labores de vigilancia y en el manejo de los casos”, publicó la entidad en un comunicado público.
La preocupación de la OPS ante el brote en Haití surge porque, en el panorama actual, todos los sistemas de salud del mundo están con signos de agotamiento y saturación, después de haber superado la etapa crítica de la pandemia por covid-19.