Claudia Ortiz: “Algo que no logró el proyecto oficialista es tener una Asamblea Legislativa de un solo partido”

En las elecciones legislativas del 4 de febrero, el partido Vamos logró mantenerse dentro de la conformación de la Asamblea Legislativa para los próximos tres años, a pesar del cambio de fórmula en la asignación de escaños y la reducción de la cantidad de diputaciones.

A nivel de partidos políticos, fue el segundo más votado en el departamento de San Salvador, lo que le permitió obtener el número suficiente para que la actual legisladora, Claudia Ortiz, continúe en este proyecto político dentro del parlamento. No obstante, considera que las elecciones estuvieron marcadas por un control ejercido de parte del oficialismo en todo el proceso y no tanto por el mismo Tribunal Supremo Electoral (TSE).

¿Cómo ve este mapa político luego de los resultados que ha dado el Tribunal y que hay una oposición bastante reducida?

Honestamente, yo veo que para efectos prácticos no va a ser muy diferente de la Asamblea Legislativa que tenemos ahorita. Una Asamblea Legislativa con una mayoría aritmética y una oposición pequeña, que también aritméticamente no logra ninguna resolución del pleno.

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Pero lo importante, creo yo, va a ser no lo que pase dentro de la Asamblea Legislativa, sino lo que se pueda construir afuera de la Asamblea Legislativa. Yo creo que algo que no logró el proyecto oficialista es tener una Asamblea Legislativa de un solo partido y eso fue gracias a todos los salvadoreños que fueron a votar, gracias a los vigilantes durante el proceso, tanto del día 4 de febrero que empezaron a denunciar todo lo que pasaba, incluso la misma ciudadanía que estuvo ahí siendo miembro de JRV hasta toda la valentía de los vigilantes que estuvieron defendiendo los votos y denunciando las anomalías.

También el periodismo que estuvo ahí haciendo pública todas las cosas que pasaban a los ojos de todos. Esa fue la única garantía que se tuvo en este proceso, la posibilidad todavía de poder expresarse libremente sobre anomalías que estaban sucediendo.

¿Se puede hablar que El Salvador es todavía un país democrático?
Yo creo que lo más exacto es decir que estamos ante un régimen híbrido, donde se combinan algunos mecanismos y procesos democráticos con prácticas autoritarias. Las elecciones es un caso. Es decir, tuvimos un proceso bajo leyes democráticas, bajo reglas democráticas, pero que no eran aplicadas por las instituciones o que eran aplicadas solo en beneficio de aquellos que quieren un proyecto más concentrado del poder.

El mismo escrutinio. El hecho que pudiéramos estar ahí como partidos, porque hubiese sido el colmo que no hubiesen dejado vigilancia y demás, que hubiésemos podido estar ahí grabando con nuestros teléfonos, denunciado a la prensa, denunciando a la observación internacional; pero que al mismo tiempo se acordonó con policías, hubo un exceso de violencia, de intimidación, de amenazas de llevar detenida a la gente por grabar, ahí combina las dos cosas.

Lo que tenemos que luchar, y esa es la visión de nuestro partido, es empujar hacia afuera los elementos autoritarios que generan más corrupción, más pobreza, más desigualdad. Y empezar primero con nuestro ejemplo y luego con mayor fuerza política, poco a poco en un proceso histórico de corto y mediano plazo, ir generando más espacio para los procesos democráticos que generan más justicia social, inclusión a las personas y garantía y respeto a los derechos fundamentales.

¿Cree que la población está acompañando la actuación suya en esta legislatura?
Definitivamente. Me parece que el hecho de que con los datos oficiales, que nunca sabremos si son exactos o no, y lo más seguro es que no sean los exactos. Que hayamos tenido incluso más votos de lo que se ha anunciado formalmente, pero tomando de base ese dato que son en San Salvador más de 69,000 votos y a nivel nacional más de 80,000 votos, venir de 15,000 votos en San Salvador con lo que se ganó el curul a cuadruplicar ese caudal de votos, habla definitivamente que hay en la ciudadanía aceptación y que hay lugar en la sociedad para esta forma de hacer política que pone al centro el servicio a la gente y una forma de trabajar honesta, independiente y muy valiente.

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El discurso oficialista se ha mantenido en esta legislatura y eso fue parte de la campaña, ¿cómo valora el hecho de que se atribuyen que hay una mayoría de la población acepta ese modo de hacer política?
Yo creo que ese discurso se va desmantelando con la realidad poco a poco y también con las acciones y las decisiones negativas que se van tomando que afectan a diferentes grupos de la población en sus derechos económicos, sus derechos sociales, incluso en sus derechos civiles y políticos.

Es claro que cuando esta Asamblea Legislativa, por dispensa de trámite, cambia las reglas de cómo se van a elegir diputados es porque ya preveían que iban a perder la mayoría calificada, incluso quizá la mayoría simple, porque ha habido un desgaste importante y la población deseaba un equilibrio.

También se evidencia en la diferencia de votos en la elección presidencial y la elección legislativa para ese partido, y cómo partidos como Vamos ya no se puede denominar partido pequeño y otros partidos grandes, es decir, somos un partido que ha surgido como la segunda fuerza política en San Salvador.

¿Cómo califica el papel del TSE?
Es lamentable, y un Tribunal Supremo Electoral que no ha hecho nada de lo que la ley le manda hacer como árbitro electoral encargado de administrar justicia electoral. Yo creo que fracasaron administrando la elección y fracasaron impartiendo justicia electoral, ha quedado en evidencia. Y por eso el Tribunal recibe toda la responsabilidad de esto, pero, además, por dejar que un partido político en contienda se imponga y tome el control, incluso, de muchas de las facultades que el Tribunal tiene. No de manera tan evidente, pero se saca esa conclusión en la manera que todo se ha venido desarrollando.