De manera inusual, grandes grupos de ciudadanos indios y de otros países lejanos están llegando a El Salvador, lo cual ha llamado la atención de muchos salvadoreños que han compartido con ellos viajes aéreos desde Costa Rica, Panamá o países suramericanos, o que los han visto llegar al Aeropuerto Internacional, o en hoteles y restaurantes de comida rápida en la zona de la colonia Escalón.
Uno de esos grupos “desapareció”, de acuerdo con fuentes judiciales, luego de que el 1 de abril fueron encontrados dentro de un hotel de paso (motel) en el municipio de Turín, departamento de Ahuachapán, supuestamente cuando los llevaban en ruta hacia Guatemala.
Del caso se quiso, aparentemente, desviar la atención, contando una historia que no era real: en la noche del pasado 1 de abril trascendió en redes sociales que un hombre había llegado al motel Monarca y había sorprendido a su pareja con otro hombre, por lo cual los mató en el acto.
Pero eso no era cierto. Nada más alejado de la realidad, según fuentes policiales y judiciales que proporcionaron datos sobre ese suceso.
Lo que en realidad ocurrió aquella tarde del 1 de abril fue que tres salvadoreños fueron capturados por supuesto tráfico ilegal de personas y agrupaciones ilícitas, debido a que, según fuentes policiales y fiscales, ellos eran los responsables de llevar a 21 originarios de la India, que se encontraban en ese mismo motel.
Los arrestados fueron identificados como Héber Oziel Echegoyén Ramón, de 23 años; Édgar Benjamín Galdámez Ruballos, de 45 años, y Élmer Orlando Castaneda Castaneda, de 28. Todos ellos, según información policial, son originarios del municipio de Metapán, departamento de Santa Ana.
“Esas personas fueron identificadas en ese momento como los responsables de guiar a los extranjeros hasta el hotel, es decir, que los 21 indios fueron llevados al motel por ellos, donde permanecerían mientras se daba la oportunidad de seguir su ruta hacia Guatemala, pasando luego a México hasta llegar a Estados Unidos”, indicó una de las fuentes.
A los detenidos también se les decomisaron sendas comionetas. Según fuentes policiales, a Echegoyén Ramón le decomisaron una camioneta Nissan, beige, placas P-508-100; a Galdámez Ruballos, una camioneta Ford azul, placas P-246-C7; y a Castaneda Castaneda, también una camioneta Ford, ocre, placas P-831-353.
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Del cantón Mal Paso
La captura de los tres presuntos traficantes de indios apenas la consignaron dos páginas de noticias en Facebook.
Sin embargo, fuentes policiales y judiciales confirmaron tales hechos a El Diario de Hoy y a la vez indicaron que los detenidos son domiciliados del municipio de Metapán; uno de ellos, incluso, vive en un caserío limítrofe con Guatemala, un sector que por muchos años ha sido señalado y usado como paso para el tráfico ilegal de drogas y de personas, así como paso de contrabando de mercaderías.
Los indios “desaparecieron”
Galdámez Ruballo es originario del caserío El Jícaro, cantón Mal Paso. En enero de 2019, la Fiscalía General de la República (FGR) confiscó cuatro inmuebles a testaferros de un contrabandista y narcotraficante al que la Fiscalía identifica como Francisco García Jordán.
De acuerdo con investigaciones policiales y fiscales, el sector de Mal Paso y otros cantones aledaños también son usados por el Cártel de Texis para tráfico de drogas.
A principios de mayo, el padre de Galdámez Ruballos confirmó que su hijo había sido detenido junto a otros dos hombres, cuando estaban en un motel, en Ahuachapán, y que la audiencia inicial se la habían hecho días después en el juzgado de Paz de Turín, en la jurisdicción donde cometieron el delito que les imputan.
Fuentes judiciales confirmaron que los tres sospechosos fueron enviados a prisión preventiva durante la audiencia inicial; sin embargo, los 21 ciudadanos indios simplemente desaparecieron sin dejar rastro, lo cual podría incidir directamente en el proceso judicial porque no hay víctimas del delito de tráfico de personas.
Las fuentes, que hablaron bajo condición del anonimato, dijeron que posiblemente en el tráfico de esos 21 ciudadanos indios haya personas vinculadas a la política y con puestos en el actual gobierno.
El caso de ese grupo de indios, según la fuentes, es solo una muestra del incremento del paso de ciudadanos de ese país por El Salvador que solo van de paso hacia Estados Unidos.
Entre marzo y abril de este año, en un sector de la colonia Escalón, en San Salvador, fueron vistos grupos grandes de indios que se desplazaban caminando desde algunos hoteles donde se hospedaban hacia restaurantes de comida rápida donde se quedaban largos ratos y luego volvían a sus hospedajes.
Mientras tanto, las autoridades de Seguridad Pública y Migración y Extranjería no se pronunciaron por el caso de los 21 indios hallados en el Hotel Monarca y la detención de los tres salvadoreños.
El Diario de Hoy intentó entrevistar al director de Migración y Extranjería. Se le llamó al número telefónico que aparece en su currículo publicado en el Portal de Transparencia, pero solo una contestadora automática respondía; también se le envió un correo electrónico que aparece en el mismo documento, pero fue rechazado.
Por último se le hizo una gestión a través de la cuenta de Twitter de Migración y Extranjería. En este caso comentaron que trasladarían la gestión a la dirección de comunicaciones pero al cierre de esta nota no hubo respuesta.
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Un caso similar al tráfico de chinos continentales
Entre 2007 y 2009, en El Salvador se incrementaron los casos de tráfico de ciudadanos de China continental que, como en el caso actual de los indios, entraban con documentos falsos por el aeropuerto.
En ese “negocio”, al parecer hubo involucramiento de funcionarios, de miembros de la Policía Nacional Civil y de la Dirección General de Migración y Extranjería.
Reportes periodísticos sobre esos casos indican que hubo investigaciones sobre esos casos sin embargo, solo se conoció de un jefe fiscal que fue vinculado y luego destituido debido a que un ciudadano chino radicado en El Salvador y que fue capturado bajo cargos de estar vinculado a la red de tráfico, tenía guardado el número del fiscal entre los “números importantes”.
Según las investigaciones, se determinó que entre el jefe fiscal y el ciudadano chino hubo relación de llamadas. El numero de otro fiscal también aparecía entre los contactos del chino, pero éste argumentó que le había hecho una llamada por órdenes de su jefe.
Los reportes periodísticos indican que en esa red había policías involucrados. Los chinos entraban con tal facilidad a El Salvador que hubo un caso de cuatro de ellos que fueron expulsados y a las pocas semanas fueron nuevamente localizados en El Salvador.