En las últimas semanas, personas con ventas ambulantes del centro histórico de San Salvador han logrado documentar con sus celulares algunas de las agresiones que han sufrido por parte del Cuerpo de Agentes Metropolitanos (CAM), que al decomisarles su mercadería les empujan, golpean o hasta usan gas pimienta.
“Solo queremos ganar el sustento diario y no hay otro lugar para hacerlo. No estamos acá por gusto propio”, comentó un vendedor de agua embotellada que ronda los alrededores de los espacios reordenados por la alcaldía.
Desde el inicio de la renovación en el centro histórico se escuchó de múltiples amenazas de parte de agentes del CAM, quienes decían a los vendedores que si no se retiran de la zona sus puestos serían destruidos con todo y mercadería; y que, si protestaban, serían detenidos bajo el régimen de excepción, por el delito de agrupaciones ilícitas.
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Ha sido hasta los últimos meses del año que los vendedores han comenzado a denunciar públicamente por medio de sus redes sociales, en especial por TikTok, los abusos que viven casi a diario al intentar vender sus distintos productos a los transeúntes que visitan la zona.
“Ellos (CAM) son los que generan el desorden. Nosotros estamos acá sin pelearnos y guardando el respeto a la gente. Ellos vienen a gritar y a empujar a la gente”, comentó un vendedor ambulante de pantalones.
Cada comerciante saben que en cualquier momento pueden llegar a quitarles, por lo que siempre están pendientes y se alertan entre sí sobre la presencia de los agentes. “¡Ahí vienen!”, se escucha que grita una y lo replica el resto, para que cada quien busque resguardar su venta o moverse de la zona.
Los agentes del CAM se guían por medio de las cámaras alrededor del centro histórico para identificar a las personas que se encuentran vendiendo en la zona. Alrededor de la 1 p.m a 2 p.m, los agentes se mueven por el centro histórico acompañados de camiones para poder cargar con la mercadería decomisada, como cocinas térmicas, ropa, accesorios para el hogar y otros.
En los videos compartidos por las personas vendedoras se puede ver cómo los agentes arrebatan con empujones la mercadería de cada comerciante. Al ver la desventaja que tendrían al intentar recuperar su venta, se limitan a gritarles, ya que en otras ocasiones los policías metropolitanos han usado gas pimienta, lo que llevó el hospital a tres personas, según testigos en la zona.
Todo lo incautado es trasladado a la alcaldía de San Salvador, donde cada persona encargada de la venta debe pagar una multa que va desde los $25 en adelante dependiendo del artículo y así lograr recuperar su inversión en ropa, accesorios o carretas. Los alimentos como verduras, frutas o demás son dejados porque terminan por pudrirse antes de ser devueltos.
El 1 de diciembre, un grupo de 68 comerciantes marchó desde la plaza Salvador del Mundo hacia la Asamblea Legislativa, para pedir que ya no les acosen los agentes metropolitanos y que se les permita vender en algunas zonas de las calles del centro histórico.
El alcalde Mario Durán respondió a la solicitud ofreciéndoles 300 puestos en el Mercado Central, que según él, están listos para ser usados; pero según los vendedores son espacios que nadie ha querido alquilar por la mala ubicación y su alto costo. “No podemos ir allá, pagar $200 y no vender nada”, expresó uno de los afectados.
El 5 de diciembre, la diputada Claudia Ortiz, del partido VAMOS, presentó una propuesta de ley de vendedores ambulantes en la Asamblea Legislativa, la cual según el artículo 1, tiene como finalidad la protección de los medios de vida, la seguridad social de los vendedores, la regulación de la venta ambulante en áreas urbanas y turísticas del país.
Además propuso que los vendedores cuenten con un tipo específico de permiso para la temporada navideña, ya que es la más alta del año y les permite generar ganancias.