Tumbas colapsadas a orillas de la quebrada, permisos de entierros sobre tumbas, pasarelas sin mantenimiento; esas son las condiciones que por décadas se encuentra el cementerio general de La Unión, que ha colapsado debido a que su vida útil ha terminado.
Hay tumbas que datan de los años 1888 y 1875; por algunos de esos registros, el cementerio tiene más de 135 años de funcionar. Algunas personas que tienen ahí enterrados los restos de sus seres queridos lamentan que, debido a la falta de espacios, en ocasiones la comuna otorga permisos sobre otras tumbas antiguas o que los familiares dejaron de visitarlas.
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El alcalde Óscar Parada manifestó que su administración ha realizado gestiones y que cuentan con una propuesta que les hicieron los encargados del cementerio privado ubicado en Conchagua, donde vendían a la municipalidad de La Unión dos manzanas de tierra con todos los permisos para hacer el uso para los entierros.
“Esa propuesta tiene un alto costo de $250,000 por manzana y difícilmente se ha podido hacer la compra, porque la municipalidad no cuenta con los recursos para hacer compra de bienes; es posible que a través de la unificación de municipios la nueva administración priorice el tema de los cementerios, porque el que tenemos hace muchos años colapsó”, agregó Parada.
“Alcaldes vienen y pasan, siempre la misma historia que ofrecen entre los proyectos de construir un nuevo cementerio que reúna todas las condiciones, y dar por clausurado el que ya se tiene; pero no pasan de las mismas promesas, ya no tenemos donde seguir enterrando, es una pena”, dice la lugareña Margarita Gutiérrez.
Gutiérrez explica que cada invierno se desborda la quebrada que pasa en medio del cementerio, donde las corrientes pasan arrastrando las tumbas o ataúdes, que en ocasiones van a terminar en el mar.
De acuerdo con los pobladores, las únicas mejoras que se notan cuando llegan nuevos alcaldes y concejos son la pintura en la fachada general; agregando que el sitio se encuentra descuidado, sin el debido mantenimiento.
Algunas personas manifestaron que el cementerio cuenta con tumbas que datan más de 140 años y eso es parte de la historia, pero que no están recibiendo mantenimiento, “es parte de nuestra historia y está en total abandono”, lamenta la habitante Isabel Rivera.
Entre esas tumbas antiguas está la del doctor John Félix Flint, cónsul de Los Estados Unidos en El Salvador, quien murió a los 47 años de edad el 17 de agosto de 1875.