Piñatas, sorbetes, golosinas, refrigerios y juguetes recibieron 250 niños, hijos de padres y madres que se encuentran detenidos en los penales de El Salvador en virtud del régimen de excepción.
“Mucha gente (a ayudar) se sintió motivada porque saben que estos niños han pasado una amarga Navidad porque sus padres no estuvieron con ellos y no les dieron un abrazo”, declaró Samuel Ramírez, miembro de la Coordinación Nacional del Movimiento de Víctimas del Régimen (MOVIR), organizadores del festejo.
María A., de 76 años, reside en el Distrito Italia de Tonacatepeque. Tiene a su cargo cuatro nietas, debido a que su hija, Esmeralda, de 30 años, fue detenida el 4 de abril bajo la acusación de agrupaciones ilícitas. María no sabe nada de su hija: “No sabemos como están, no la hemos visto, solo le llevo alimentos”, indicó María.
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Yamileth Pérez, vecina que acompañaba a María, dijo: “Muy bonito y agradeciéndoles de corazón al grupo MOVIR que ellos gestionan todo para darle alegría a los niños”.
Similar es el caso de Domingo A., de 58 años, quien vive en cantón Carrizales, Caserío El Llano, de Cojutepeque. Su hijo, hermano y yerno se encuentran detenidos en Mariona y fueron capturados entre marzo y mayo. A pesar de su tristeza, se dio el tiempo para acompañar a su nuera y sus nietos a la celebración.
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Los recursos para la fiesta se obtuvieron a través de donantes de Alemania, Estados Unidos. Reunieron un aproximado de $1,700, según dijeron los organizadores. “Queremos decirles a esos donantes que aquí está el apoyo de ellos, una sonrisa para los niños”, concluyó Samuel Ramírez.