Como lluvia que empapa y, a veces preocupa, así ha llegado a los habitantes de Carolina (San Miguel) el rumor de que quitarán el puente colgante sobre el río Torola. Un rumor que llevó este jueves a que los pobladores se reunieran en una casa comunal para indagar si lo ocurrido es cierto o se queda solo en un mal entendido.
El Diario de Hoy consultó al departamento de Comunicaciones de CEL, y en efecto confirmaron que se realizará el desmontaje del puente en el transcurso de septiembre, sin dar una fecha exacta. “Una vez el puente esté abajo se darán herramientas para que se puedan movilizar, hay lanchas, barcazas enormes para movilizar ganado, se ha habilitado una calle para que puedan transitar esos puntos y se va a dar las facilidades”, dijo Armando Godoy, jefe de prensa de CEL.
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La preocupación sobre el futuro del puente colgante es grande, pues es una vía de acceso importante en la zona, que los lleva hasta el casco urbano de Carolina.
La zona del puente será parte del embalse de la presa que se construye en la zona (antes Chaparral, hoy Central Hidroeléctrica 3 de febrero), pero los pobladores no están listos para que quiten el puente ahora, puesto que la construcción de los dos nuevos puentes ofrecidos estaría finalizada en diciembre, según las proyecciones de CEL.
El presidente de la República, Nayib Bukele, llegó el 16 de febrero de este año a colocar la primera piedra de esas infraestructuras.
“El cantón La Ceiba es bien grande, si quitan el puente (peatonal) será una gran cantidad de gente que va quedar aislada, y entonces ¿a dónde vamos a ir a comprar los víveres? Tenemos que ir a Honduras por obligación”, comentó Pedro Juan Reyes, residente.
Lugareños han estado preocupados por el desarme del puente y deseando tener información precisa y oficial.
“Nosotros nos hemos dado cuenta por las redes (sociales) unos dicen que será el 15 y otros el 20 de septiembre”, agregó Reyes.
Los pobladores explican que no se oponen a la construcción de la nueva infraestructura, pero recalcan la importancia y la función del viejo puente colgante peatonal, que por casi 20 años, les ha servido para trasladar ganado, alimentos y hasta materiales de construcción entre otras cosas.
El lunes pasado, en redes sociales la alcaldía de Carolina publicó un comunicado, en donde el edil Israel Nolasco expusó que “no está de acuerdo en quitar el puente en este momento, y como municipalidad se trabajará en las medidas posibles para que por lo menos el puente se mantenga durante todo el invierno, tirado en el verano” se lee. Además, informó que el permiso para desmontar el puente fue emitido por administraciones anteriores.
Este miércoles por la tarde fueron citados, también a través de redes sociales, comerciantes, líderes comunitarios y representantes de iglesia para sostener una reunión con representantes de CEL y el alcalde Nolasco para tratar el tema referente al puente colgante, ubicado en Agua Caliente.
La postura de los pobladores del cantón de La Ceiba es “pedir que no lo boten ahorita, sino hasta que esté el otro hecho”, expresaron.
Los puentes que ha ofrecido el gobierno en Carolina y San Antonio del Mosco, municipios de San Miguel, tendrán una longitud de 150 metros el primero, y de 130 metros el segundo. Cada puente será de dos carriles con capacidad de vehículos livianos y camiones. El puente de Carolina tendrá una inversión de $12.5 millones y el de San Antonio del Mosco será de $11.5 millones, según datos oficiales.
En el año 2000, José Dolores Pineda inició la lucha para evitar la construcción de la presa: “No nos oponemos al desarrollo pero que no nos terminen de matar, este pueblo está sumido en la pobreza y así como el caserío depende de nosotros, así nosotros de ellos”, dijo.
El puente colgante de Agua Caliente también es utilizado por los pobladores de algunas aldeas de Colomoncagua, Honduras.
Por ejemplo, Olinda Hernández y su esposo, han cruzado varias veces el puente, en los últimos dos meses para recibir atención médica en el Hospital Nacional de Ciudad Barrios. “Yo digo que a nosotros tampoco nos conviene que quiten el puente porque cómo vamos hacer si no hay calle y ese río está bravo” dijo la mujer que debe de caminar un trayecto de una hora y media a dos horas para llegar a su casa, desde el Río Torola hasta la comunidad Las Marías en Honduras.
Basilio Benavides del cantón la Ceibita. Reconoce que el puente Agua Caliente está dañado o “pataleando” pero aún “puede ser de utilidad estos dos meses de invierno que nos falta” recalca que es el único paso que tienen para Carolina, lugar donde obtienen sus suministros alimenticios.
“Sería un problema que lo quiten, en este momento no hay otro paso, ahora solo que se prepare una persona con una lancha de motor pero el río cuando crece es peligroso, así es que todavía este mes y octubre es de utilidad el puente” apuntó.