El 29 de junio, el presidente salvadoreño, Nayib Bukele, confirmó que la cárcel que se construye en el municipio de Tecoluca, en el departamento de San Vicente, tendrá capacidad para encerrar a 20,000 pandilleros. Esto tiene preocupados, pero casi en absoluto silencio, a los pobladores de las comunidades circundantes al cantón El Perical, donde desde hace más de dos meses se ejecuta la construcción.
El jueves por la noche, el mismo Bukele aseguró que esa cárcel tendrá capacidad para 40,000 reclusos y que estaría terminada en 60 días. Sin embargo, fuentes de El Diario de Hoy aseguraron que la capacidad real de esa prisión será de 22,000 y un máximo de 25,000.
Si la capacidad de esa prisión fuera para 20,000 prisioneros, solo sería equiparable con la prisión más grande de Estados Unidos, la del condado de Los Ángeles, que según un reportaje de la cadena de noticias CNN, alberga entre 17,000 y 20,000 prisioneros. Obviamente, si en Tecoluca se llegara a meter a 40,000 reos, como lo ha dicho Bukele, se superaría con creces a la prisión de Los Ángeles.
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Además, si la cárcel de Tecoluca llegara a albergar 40,000 reos, esa cantidad superaría en varios miles a la población total de ese municipio, que es de 35,000, según lo dijo el gerente general de esa comuna, Geovanni Villalobos.
El riesgo que corren las fuentes de agua y el saneamiento
Una de las más grandes preocupaciones de los campesinos que viven en las comunidades San Francisco Angulo, El Milagro, El Puente, Llano Grande e Ismendia es que el impacto del funcionamiento de la prisión sobre el agua será muy grande y la hará más escasa para los habitantes de la zona.
Ambientalistas consultados por El Diario de Hoy aseguran que el temor de las comunidades mencionadas no es infundado.
Cálculos muy conservadores indican que 20,000 reclusos consumirían aproximadamente entre 2 y 3 millones de litros de agua por día, cantidad que se duplicaría a entre 4 y 6 millones diarios si, como lo anunció el presidente el jueves, la cárcel llega a albergar 40,000 reos.
Días antes de que Bukele diera una nueva cifra sobre la capacidad que tendría esa prisión, los ambientalistas consultados consideraban que no serían solo 20,000 reos, tomando en cuenta el hacinamiento que desde hace años persiste en el sistema carcelario salvadoreño.
“La cárcel está diseñada para 20,000 privados de libertad, pero conociendo cómo son las cosas en El Salvador, ahí no van a meter 20,000, le van a meter 40,000. Las cárceles siempre han estado sobresaturadas”, afirmó el ambientalista Ricardo Navarro, presidente del Centro Salvadoreño de Tecnología Apropiada (CESTA).
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“¿Cómo va a abastecerse de agua para las necesidades de esas 40,000 o 20,000 personas?”, se pregunta y estima que no será fácil. Navarro considera que una persona necesita aproximadamente 75 litros al día tanto para consumo como para higiene personal.
“Aunque fueran 50 litros, si se multiplica por 20,000, estamos hablando de 1 millón de litros diarios. Es un impacto fuertísimo en el recurso hídrico. Eso le va a quitar el agua a Tecoluca, definitivamente”, valoró el ambientalista.
De acuerdo con personas que viven a una distancia de entre 1 y 2 kilómetros de donde se construye la cárcel, tierras abajo de esta, el agua está a una profundidad de entre 25 y 30 metros. Esa es la profundidad que tienen los pozos de los cuales se abastecen, afirmaron.
Navarro considera que la cantidad de agua que requerirán los 20,000 ó 40,000 reos obligará a los lugareños a cavar aún más para obtener agua de pozo.
Por su parte, Adalberto Blanco, ambientalista integrante de la Mesa por la Soberanía Alimentaria, estimó que si una persona necesita entre 100 y 150 litros de agua por día, la exigencia a los mantos acuífero de Tecoluca será de entre 2 y 3 millones de litros diarios.
Esa cantidad diaria de agua será el doble en caso de que la cárcel albergue 40,000 reclusos, como lo dijo Bukele el jueves.
De acuerdo con un estudio realizado por el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), titulado “Agua, saneamiento, higiene y hábitat en las cárceles”, realizado en el año 2013, indica que “Independientemente de las condiciones climáticas, todo detenido necesita de 3 a 5 litros de agua potable al día.
Esta cantidad no incluye el agua para el lavado de ropa, la limpieza o la higiene personal. La cantidad mínima de agua necesaria para beber, cocinar y completar la higiene personal es de 15 litros por persona por día. En los países en los que no hay escasez de agua, el consumo promedio normal varía entre 50 y 300 litros por persona al día.
Miedo a expresar inconformidad
Los habitantes de las comunidades cercanas a la construcción del penal son conscientes de que el principal impacto negativo de esa construcción será el agua.
Pero muchos temen hablar al respecto porque temen que eso sea visto como “oposición a la construcción”, por lo que el gobierno podría tomar represalias y encarcelándolos bajo el régimen de excepción, acusados de pertenecer a pandillas.
“Sabemos que eso nos está afectando desde ya, pero también tenemos miedo de que, si hablamos, seamos nosotros mismos los que estrenemos eso”, afirmó un campesino de la comunidad San Francisco Angulo, de las más inmediatas al proyecto.
El pasado 10 de julio, varias decenas de campesinos residentes en las comunidades San Francisco Angulo, El Milagro, El Puente, Llano Grande e Ismendia se reunieron para manifestar su inconformidad. Sin embargo, los asistentes consideraron que habían llegado muy pocos debido al temor de expresar su descontento. “El gobierno fue astuto, antes de empezar esa construcción pusieron el régimen de excepción para meter presos a quienes nos opongamos”, afirmó un lugareño.
El 20 de julio, el ministerio de Seguridad reportó en su cuenta de Twitter que la cantidad de “terroristas capturados” era de 47,043