La Fiscalía General de la República (FGR) en coordinación con la Policía Nacional Civil (PNC) realizaron este martes 25 de febrero, una operación con allanamientos en distintos puntos del país, para desarticular una estructura que se dedicaba al tráfico ilegal de personas y que eran obligadas a prostituirse.
De acuerdo con el informe emitido por la Fiscalía, la estructura se dedicaba a reclutar a las víctimas, quienes eran engañadas y llevadas a centros nocturnos del centro de San Salvador, donde eran obligadas a prostituirse.
En el procedimiento, las autoridades realizaron un total de nueve allanamientos, entre los cuales; intervinieron una vivienda situada en una residencial de Santa Tecla, donde incautaron grandes cantidades de dinero en efectivo, armas de fuego, aparatos informáticos, vehículos, documentos y un mono capuchino, que es una especie en peligro de extinción y se encontraba en malas condiciones, no como el hábitat requerido para él.
Las investigaciones realizadas por la FGR, determinaron que dicha estructura se encontraba operando desde hace dos años (2023 aproximadamente).
En el reporte agregaron que la estructura era liderada presuntamente por una mujer identificada como Amanda del Carmen C. E.
Cabe mencionar que las autoridades fiscales no detallaron sobre más capturas que ese operativo dejó. No obstante, detallaron el modo de operar de la estructura.
La fiscalía indicó que una de las víctimas habría sido interceptada en mayo del año 2024, cuando se encontraba con su hijo en un parque del centro de San Salvador y una mujer se le acercó para ofrecerle trabajo limpiando casas. Por consiguiente, la víctima aceptó, fue separada de su hijo, con la promesa de que cuidarían de él; así que la llevaron a un negocio, donde la obligaron a prostituirse con clientes.
"Inmediatamente fue dotada de ropa y obligada a recibir clientes y brindarles servicios sexuales", señaló la FGR.
Pasaron seis meses en lo que la víctima no recibió ningún tipo de pago y tampoco veía a su hijo, pero todo se descubrió cuando debido al maltrato y explotación, la víctima enfermó, fue a una clínica para ser atendida y pidió ayuda, pero regresó al negocio donde era obligada a brindar servicios sexuales.
Luego un familia la encontró en dicho negocio y la ayudó a escapar de la red de trata de personas y fue entonces que interpuso la denuncia para lograr recuperar a su hijo.
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