El Tribunal contra el Crimen Organizado de San Miguel condenó a 10 años de prisión a 11 estudiantes de la colonia La Nueva Cruzadilla, de Usulután, por el delito de agrupaciones ilícitas.
El juez determinó que los adolescentes deben cumplir cinco años de la condena en internamiento en un centro de menores y cinco en libertad bajo medidas.
“El juez en una apreciación que hace de todos los elementos probatorios que se introdujeron durante todo el proceso determinó que existía culpabilidad de los muchachos implicados, sin embargo, esta defensa técnica no comparte esa opinión. La respetamos sí, pero la misma ley nos habilita en este caso para poder interponer los recursos impugnativos como la apelación especial”, declaró el abogado defensor Emilio Romero.
Romero explicó que la apelación especial se puede utilizar cuando se considera que ha habido una inobservancia a las leyes o una mala aplicación de la ley.
“En este caso la representación técnica considera que sí ha existido este tipo de situación, ya que todo y cada uno de los elementos probatorios que desfilaron fueron desvirtuados puntual y categóricamente no dejando ninguna duda que la participación de los muchachos no fue comprobada”, agregó.
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Según las autoridades los 11 estudiantes y cinco personas adultas estaban intentando reactivar una clica de la Mara Salvatrucha en la colonia La Nueva Cruzadilla y fueron los responsables de realizar grafitis alusivos a esa pandilla en varios inmuebles de la zona, incluyendo los pasillos de la escuela.
Los familiares de los estudiantes condenados mostraron su desacuerdo con la decisión del juez porque consideran que durante el juicio no se demostró la participación de sus hijos en los hechos que les imputaron y manifestaron que incluso el testigo criteriado ofrecido por la Fiscalía no se presentó en ninguno de los tres días que duró el juicio.
Las madres que estuvieron en la diligencia judicial relataron que en el segundo día de juicio los especialistas del Instituto de Medicina Legal, encargados de hacer los peritajes psicosociales, declararon que habían entrevistado a entre cuatro y diez personas por cada uno de los imputados y que en la mayoría de los casos los entrevistados manifestaron que se trataba de adolescentes que no tenían ningún vínculo con las pandillas, sino de jóvenes que se dedicaban a estudiar y a trabajar.
Asimismo los agentes policiales que realizaron las capturas al ser cuestionados si habían visto cuando los jóvenes hicieron los grafitis alusivos a las pandillas, aseguraron que no.
Por parte de la Fiscalía ya no se tiene declaraciones en ningún proceso judicial.