Hace un año, cuando tenía 7 años de edad, Alisson, se sometió a la última de las 24 quimioterapia para combatir la leucemia que le aquejó desde que tenía 2 años de edad. Ese fue un momento de alegría para ella, sus padres y sus cuatro hermanos; pero cuatro meses después, los médicos le diagnosticaron insuficiencia renal crónica y diabetes grado 1 o hipoglucemia.
Esta es una nueva batalla que Alisson y sus padres están enfrentando y no están dispuesto a dejarse vencer, a pesar de los limitados recursos económicos de la familia.
“Estamos pasando una situación crítica pero con la fe en alto de que Alisson va a vencer esto porque nos ha dado esperanza el nefrólogo. En cuatro meses, si la niña sigue el tratamiento le van a quitar el catéter, en la vena central y dice que hay probabilidad de que el riñón se desinflame. Le duele bastante su riñoncito. Para una madre es difícil ver a su hijo de 8 años llorar cuando no se puede hacer nada”
Johanna Lissette Ramos de Hernández, madre de Alisson
Alisson inició el tratamiento de hemodiálisis en el Hospital de Niños Benjamín Bloom, pero debido a la falta de recursos económicos de la familia para poder viajar a San Salvador fue trasladada al Hospital Regional de San Miguel, en donde asiste dos veces por semana para ser tratada.
La familia explicó que deben comprar medicamentos que el hospital no proporciona.
“No tenemos los recursos, yo no cuento con un trabajo estable porque paso con ella en el hospital. Soy mamá de cinco niños y mi esposo es taxista”, explicó la madre, quien añadió que “el medicamento más caro es el Venofer porque no cuentan con eso en el hospital, cuesta $87.00 y se aplica dos veces por semana. El hospital da otros medicamentos, pero no son todos, y en ocasiones nos quedamos sin comprar víveres por comprar medicamento, pero hay personas altruistas que nos ayuda con víveres”.
Para ayudar a la familia, Vilma Rodríguez, una psicóloga desempleada, decidió organizar una serie de eventos con el apoyo de algunos amigos.
“Hace poco Johana me comentó que no tenía para los medicamentos o la comida y se me ocurrió hacer una cena, gracias a Dios y a la familia Joya que nos apoyó donando vasos, crema, plato ; otras personas también nos han colaborado” dijo Rodríguez.
El 1 de septiembre organizaron otro evento con presentación de artista y la donación fue de $3.00.
Un mes antes, el 2 de agosto, Alisson cumplió 8 años de vida y para celebrarlo Vilma y otras personas altruistas colaboraron para festejarla.
“La niña está muy triste, tiene una infección en su catéter y está mal, esperamos que pronto lo pueda superar. A veces cuesta hablar con ella porque está muy triste”, comenta Vilma, quien cuenta con un diplomado payaso terapéutico impartido por la embajada de Cuba, y es voluntaria de Fábrica Sonrisa de San Miguel.
Las personas interesadas en apoyar a Alisson pueden hacerlo por medio de la cuenta bancaria 007401000846662 del banco Cuscatlán a nombre de Johanna Lissette Ramos de Hernández.