Para muchas personas el fin de semana o la vacación suele ser sinónimo de viajar a la playa o de ir a la piscina cuidando de cubrir cada detalle, desde la comida, bebida e incluso el traje de baño, pero, al momento de disfrutar al aire libre olvidan un aspecto importante: cuidar su piel de los rayos ultravioleta.
La doctora Aimet Siliezar, quien labora en el Hospital de Diagnóstico, expuso a mediados de la semana la importancia de cuidar este órgano del cuerpo, el porqué y cómo hacerlo.
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Siliezar, durante la entrevista televisiva Frente a Frente, manifestó que debido a que vivimos en países tropicales deberíamos evitar la excesiva exposición al sol, en momentos en que el cambio climático ha propiciado que los rayos solares, así como el calor, tengan mayor impacto en la piel provocando que con el tiempo se produzcan lesiones, entre ellas el cáncer.
En este contexto recomendó que las personas utilicen protector solar en el cuerpo, así como accesorios que las protejan, entre ellos los de tela, sombreros, gorras, para cuidar sobre todo las zonas más expuestas, en ese caso el rostro y los brazos.
“El protector solar debe utilizarse al menos una vez al día y volverlo a refrescar después del mediodía, porque estamos expuestos a rayos ultravioleta o (también) por luz artificial (que se usa en interiores)”, manifestó.
Subraya que en el caso de la cara se debe usar loción que de más de 50 % de protección.
La doctora Siliezar, especialista en Salud Pública, enfatizó que las personas deben evitar estar bajo el sol entre las 10:00 a.m. y las 2:00 p.m., cuando este es más intenso para prevenir el daño a la piel.
Aunque sostuvo que si bien en la actualidad otros cánceres como el de mama, útero y próstata van a la cabeza en incidencia, también hace consciencia de que “las lesiones solares son mucho más frecuentes de lo que pensamos”.
De acuerdo a lo expuesto por la profesional de la salud debemos estar atentos a cualquier cambio o lesión que aparezca en la piel y que sea diferente a lo que normalmente conocemos como lunares y verrugas.
Siliezar detalló que las lesiones por cáncer generalmente son difusas, sin líneas definidas, como los mapas y también rojizas. Si bien no hay una edad definida para su aparición, suelen verse un poco más en los mayores de 40 años que llevan más tiempo exponiéndose a la luz solar. Sin embargo, ella considera que como las nuevas generaciones están un poco más expuestas y ahora la radiación es mayor puede ser que en los próximos años estos problemas se den entre gente más joven.
“Una lesión cancerosa siempre puede crecer e ir siendo a veces más incómoda por (cuestión) estética. A veces por eso (es que) consultan los pacientes, porque les llama la atención”, indicó.
Ella explicó que a veces puede ocurrir que en la primera consulta la lesión parezca mínima, que no se distinga de otro tipo de lesiones y el médico pueda equivocarse, pero si la persona identifica que no mejora y va progresando debe buscar una segunda consulta.
“Generalmente, con estas lesiones en la piel, lo que sucede es que van haciéndose un poco más grandes y es cuando se van saliendo de control, y van necesitando (de) injertos”, comentó.