Roxana Guadalupe Flores Rivera falleció el pasado martes luego que en enero del año pasado le fue diagnosticado cáncer de colon.
“A mí se me cayó el mundo en ese rato. Iba solita pero cuando me dijeron, llamé a un familiar porque la carga emocional que sentía era bastante grande. Lloré mucho. Aunque estaba algo consciente no es fácil recibir una noticia así”, relató a El Diario de Hoy en febrero de 2022.
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Su testimonio fue con voz entrecortada al recordar el día en que un especialista del Hospital Nacional Zacamil le confirmó la presencia de un tumor en su intestino.
Ella vendía golosinas en los buses; sus jornadas duraban hasta doce horas aunque la misma se fue reduciendo por las complicaciones de la enfermedad.
La acompañaban Juana Betsabé, su hija mayor y Camila Angelique, la menor. Las tres residían en Guazapa, San Salvador.
La joven llamó la atención de muchos salvadoreños porque en febrero del año pasado puso a la rifa un comedor de madera con el objetivo de recaudar fondos que le ayudaran a cubrir los gastos de su humilde familia.
Entre ellos, el pago de un lote que adquirió antes de conocer su diagnóstico.
“Yo les pago un lote con la intención de que ellas en el futuro no tengan que preocuparse por su vivienda. Yo lo único que quiero es que ellas lleguen a su casa ya grandes, ya (sea que) lleguen a estudiar o lleguen de trabajar, descansen y no se preocupen de mayores cosas, porque yo he vivido de arrimada se puede decir, he vivido alquilando y sé lo difícil que es no tener un hogar donde llegar”, relató en aquel entonces.
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Una amiga relató que su muerte ocurrió el martes luego de permanecer varios días ingresada en un centro asistencial.
Sus restos están siendo velados en el parque central de Guazapa y el entierro será hoy a partir de las 2:30 de la tarde.