Además de estar colmado de naturaleza, el Campo Experimental de la Universidad de El Salvador, en San Luis Talpa, se llena del entusiamo de estudiantes, que llegan a realizar una variedad de actividades agrícolas. Los futuros profesionales de las carreras de Ingeniería Agronómica, Medicina Veterinaria y Zootecnia e Ingeniería Agro industrial, dan aquí sus primeros pasos de prácticas académicas, hacia el inicio de una nueva etapa en sus vidas.
Constantemente, los docentes verifican las prácticas profesionales, horas sociales, pasantías e investigaciones que realizan los estudiantes, en este caso de las carreras de Ingeniería Agro industrial y Agronómicas.
En una visita reciente, un grupo tuvo la experiencia de participar en una actividad especial. Sus integrantes se dirigieron a la bodega del lugar, donde les presetaron herramientas de trabajo como cumas, palas, azadones y corvos, para que realizaran sus prácticas. Ya con los utensilios, los futuros profesionales se entregaron a sus labores de campo, bajo un fuerte sol, a 34 grados centrígrados.
Al llegar a las “piscigranjas”, el grupo es recibido por el estudiante de quinto año de la carrera de Ingeniería Agroindustrial, Ernesto Chamorro, quien realiza su trabajo de investigación sobre el monitoreo de la calidad del agua en la producción de tilapias.
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Con mucha serenidad, explicó sobre el proceso y técnica que utiliza para la toma de muestras del agua y el análisis de los parámetros físicos y químicos.
El ingeniero agrícola Mauricio Tejada, docente de la Facultad de Ciencias Agronómicas del Alma Máter y tutor de esa investigación que realiza el estudiante, estuvo atento a su ponencia, para hacer preguntas técnicas y aportar sus conocimientos académicos.
“Este trabajo lleva un proceso delicado, para traer los alevines conocidos como tilapias a la ‘piscigranja’, hay que levantarse a las 3 a.m., se trasladan en una bolsa de plástico con oxígeno inyectado, para que no se mueran. Eso da la oportunidad de tenerlas ahí por dos horas de vida. Hay que dar énfasis al monitoreo de la calidad del agua, lo cual es importante para la vida y crecimiento de las tilapias, para que les permita establecer indicadores para el recambio del agua de forma oportuna, como es el caso del oxígeno, temperatura, salinidad y pH”, explicó Tejada.
“Se necesita darles un cuido especial, constante y para consumirla, debe tener tres meses de crecimiento, todo dependerá del tratamiento técnico que de cada productor”, detalló Ernesto Chamorro, estudiante de quinto año de la carrera de Ingeniería Agroindustrial de la UES, quien realiza su investigación sobre la producción de tilapia.
Este es un pez de origen africano que vive en zonas tropicales. Se puede criar en ‘piscigranjas’ artesanales con agua dulce o salada, en arroyos poco profundos, estanques, ríos y lagos. Se adapta a poblaciones grandes y a una variedad de alimentos. Tiene una aceptación comercial y consumo en todo el mundo. En otros países, están realizando investigaciones de las propiedade que posee el colágeno de sus escamas, pues tienen bajas cantidades de grasa.
“En estas ‘piscigranjas’ estamos cultivando unas 500 tilapias, su proceso requiere paciencia y mucho detalle. El trabajo lo iniciamos a las 6 de la mañana y finaliza tarde, por su alimentación. Tomamos datos para verificar su crecimiento, cuido, clima y temperatura del agua. En su proceso de crecimiento, estamos pendientes para tener resultados concretos”, explicó Chamorro.
“Cuando tengamos datos finales, presentaremos un informe técnico sobre su evolución a nuestro tutor, que servirá a los estudiantes para tener un mejor conocimiento sobre la tilapia. Hoy en día, muchas personas están emprendiendo con este producto, generando fuentes de empleo a familias”, afirmo Gabriela Alberto, estudiante de quinto año de la carrera de Ingeniería Agro Industrial.
El tratamiento de aguas residuales, alternativa de ayuda al medioambiente
Se concluye la visita en uno de los tres proyectos que realizan los futuros profesionales. El grupo se trasladó al segundo trabajo de campo, el Tratamiento de Aguas Residuales procedentes de la producción de conejos. Estas aguas, si no reciben el tratamiento adecuado y se vierten al medio receptor, pueden causar graves problemas ambientales y a la salud humana; pero con un buen sistema de depuración pueden ser reutilizadas para regar cultivos y zonas verdes.
Países como Singapur, Israel, Países Bajos y Suecia aplican esta técnica para ayudar al medioambiente y tener un desarrollo sostenible.
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Para verificar el tratamiento a aguas residuales, el grupo se movilizó entre el pequeño bosque de la estación experimental del Alma Máter, donde les esperaban dos estudiantes de cuarto año, Raquel Pérez y Eduardo Burgos, de Ingeniería Agronómica de la UES. Ellos dan mantenimiento al humedal artificial de aguas residuales, que recibe las aguas del proceso de limpieza de la conejera con residuos de orina y heces, lo cual se realiza todos los días a primera hora de la jornada laboral, como parte de sus horas sociales.
Al darle buen tratamiento o manejo técnico a aguas residuales, pueden reutilizarse en riego de cultivos, procesos industriales, ayudar al medioambiente y por sus compuestos pueden generar energía y nutrientes. Se puede utilizar en actividades domésticas, urbanas y ganadería.
Estas aguas en su mayor composición tienen contaminantes orgánicos y pueden contener residuos de vegetales, grasas animales, aceites, sólidos pequeños como telas, plásticos, químicos y arena, entre otros. Con el tratamiento técnico que se les pueda dar, pueden ayudar a partir de los residuos sólidos o lodos residuales, a la elaboración de abono orgánico, mediante la técnica de compostaje, lo cual significa un recurso importante para la agricultura.
“Para realizar esta actividad, hay que llevar un proceso técnico; en primer lugar, se retiran los desechos sólidos o estiércol de conejo, que caen al piso o drenaje. En segundo lugar, se aparta el excremento y el más grueso se traslada a unas cubetas para colocarlas en un balancín, para su proceso de compostaje”, explicó Raquel Pérez, estudiante de cuarto año de la carrera de Ingeniería Agronómica de la UES.
Añadió luego que “en tercer lugar, las heces más líquidas, pasan aún proceso de patio de secado. Como cuarto punto, finos en suspensión y disueltos los sólidos, se conduce a un canal que desemboca al humedal artificial con plantas de jacinto-Eichhormia crassipes, especie con alto potencial depurador de contaminantes orgánicos e inorgánicos, con el fin de purificar el agua y que sea reutilizada para riego”.
Finalmente, “como quinto punto, después de todo ese proceso de tratamiento y secado del estiércol, se hace un compostaje o abono, este lleva hojas secas, tierra y agua. Estos se mezclan, para luego aplicarlos a los cultivos o plantas”, resumó Pérez.
En estas aguas residuales hay plantas acuáticas conocidas como jacinto, lechuga, lirio o ninfas, que ayudan a purificar el agua y descontaminarla de los componentes que tienen los orines y estiércol de conejo y de metales pesados, en los casos de grandes extensiones; son de ayuda en lugares que reciben ese tipo de contaminantes, como los embalses y ríos. También, dan oportunidad para que puedan habitar y alimentarse algunos animales como ranas, culebras y peces, si se tratara de un humedal grande.
La hora llegó ya a las 11:30 de la mañana. El grupo continuó su ruta bajo un ardiente sol, hasta llegar al tercer proyecto, la Parcela Familiar Agroecológica.
No se puede perder tiempo, los estudiantes tenían una misión, hacer un cerco natural o cerca viva para dividir terrenos y sembrar árboles comestibles. Tomaron sus herramientas y distribuyeron el trabajo. Unos hacían hoyos y otros preparaban la tierra para sembrar girasoles y maíz; el resto controló el sistema de riego tecnificado de goteo.
“La iniciativa del estudio del agua, un recurso hídrico importante, es parte de nuestros estudios académicos dentro de las ciencias agronómicas y es el recurso que más énfasis se hace en los tres proyectos, como parte fundamental en la producción de alimentos para la seguridad y soberanía alimentaria y ambiental. Los tres proyectos que hemos visto, como la Producción de Tilapia, Aguas Residuales y la Parcela Familiar Agroecológica, pueden generar una verdadera soberanía y seguridad alimentaria a la familia, todas tienen una relación con el agua. Esta materia es para que los estudiantes tomen iniciativas y puedan hacer estudios de tratamientos de aguas residuales, sistemas de riego y calidad del agua”, aseguró Mauricio Tejada, docente y jefe del departamento de Recursos Naturales y Medio Ambiente de la Facultad de Ciencias Agronómicas de la UES.
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Tejada agregó que “en la estación experimental de la UES, tenemos diferentes áreas productivas, los docentes acompañamos a los estudiantes a realizar sus horas sociales, investigaciones y pasantías de diferentes temas, que abarcan las ciencias agronómicas, para que sus conocimientos sean amplios y profesionales”.
Explicó además que “el departamento de Recursos Naturales y Medio Ambiente de la facultad de Ciencias Agronómicas del Alma Mater, realizará otros proyectos como la agroecología y su forma de producción, para favorecer la salud de los seres humanos. Otro tema que estamos promoviendo es el buen uso y las prácticas de la conservación de los suelos, áreas de maquinaria agrícola y agroindustrial, el reúso de las aguas residuales tratadas, el área del clima o climatología aplicada a producción agrícola y pecuaria”.
En este departamento de la Universidad de El Salvador “estamos impulsando la carrera de Ingeniería Geología, que involucra la gestión de riesgo, mantos acuíferos y aguas superficiales y la misma vulcanología. Todos estos temas, están relacionados al cambio climático y medio ambiente”, aseguró Tejada.
Así, el Alma Mater, continuará formando futuros profesionales relacionados a las ciencias agropecuarias y forestales, lo cual es importante para el desarrollo de El Salvador.
Esto permitirá tener mejores alternativas agrícolas que favorezcan a tomar medidas ante el cambio climático, proteger elmedio ambiente y tener un ambiente saludable.
Con esa meta, el grupo aprovechó esta visita y regresó a la Ciudad Universitaria con más conocimiento.