“Venimos de parte del presidente, Nayib Bukele, a entregarle una caja de alimentos”. Así es como se presenta las personas que han sido contratadas y que visten camiseta azul con el logo de El Salvador y las siglas PPAA del Programa Presidencial de Apoyo Alimenticio. Van casa por casa entregando en nombre del candidato a la presidencia de El Salvador por el periodo 2024- 2028.
Bukele es candidato a la reelección pese a que la Constitución lo prohíbe. Especialistas en materia electoral consideran que con los repartos el oficialismo gana simpatías a costa de los recursos de todos los salvadoreños y en menoscabo de los otros contendientes en la campaña, ante lo cual el Tribunal Supremo Electoral y el Tribunal de Ética Gubernamental debería intervenir.
El artículo 218 de la Constitución establece: “Los funcionarios y empleados públicos están al servicio del Estado y no de una fracción política determinada. No podrán prevalerse de sus cargos para hacer política partidista. El que lo haga será sancionado de conformidad con la ley”.
El artículo 184 del Código Electoral también indica: “Ningún funcionario o funcionaria, empleado o empleada público podrá prevalerse de su cargo para hacer política partidista”.
Entre las prohibiciones de Ética Gubernamental figura “Utilizar indebidamente los bienes muebles o inmuebles de la institución para hacer actos de proselitismo político partidario; prevalerse del cargo para hacer política partidista”.
El reparto
Estos paquetes de alimentos se han repartido de forma sigilosa en las zonas rurales del occidente del país, sin fotos, ni vídeos, ni una producción audiovisual como lo que está acostumbrado hacer el gobierno.
El Diario de Hoy dio seguimiento como están trabajando para entregar los paquetes de alimentos. Según se pudo documentar, desde Comersal, empresa situada en el kilómetro 10, carretera al puerto de La Libertad, cargan rastras con las cajas que tienen el logo PPAA. Luego estas son conducidas hasta la aduana de San Bartolo, en Ilopango, San Salvador.
El personal que ha sido contratado para entregar paquetes de alimentos se reúne en la terminal del SITRAMSS, en Soyapango, de donde son trasladados en buses y microbuses a partir de las cuatro de la mañana, según vendedores de la zona. “Ahorita estamos esperando el micro que nos va a llevar, no dicen a dónde vamos, solo nos llevan para entregar las cajas que ha enviado el presidente Bukele”, comentó un empleado que aseguró que solo se presentó a la terminal con su DUI, fue contratado y le dieron una camisa con el logo PPAA.
El miércoles 17 de enero, un microbús, placas P321 290, salió de la terminal del SITRAMSS a las 8:56 de la mañana con el personal que ha sido contratado para la entrega de los paquetes. El motorista de la unidad condujo por la Avenida Rosario Sur, cruzó a su derecha sobre la Segunda Calle Oriente, luego por la Octava Avenida Norte y se incorporó a la calle Franklin Delano Roosevelt Oriente. Salió del laberinto de Soyapango por la Carretera de Oro, llegó hasta el redondel Constitución en sentido a Quezaltepeque, siguió hasta llegar al desvío de Opico, donde se incorporó a la Panamericana rumbo a Santa Ana. El destino del microbús era Ahuachapán, donde ya estaban trabajando los empleados que salieron de madrugada de San Salvador.
En la carretera que conduce a la frontera se observó una fila de vehículos, entre pick-up, camiones y microbuses, que transportaban cajas PPAA con el personal que las entrega, policías y soldados abordos.
El Diario de Hoy siguió a un camión placas P966 683 que llevaba seis empleados con camisas y gorras de PPAA y un soldado a bordo. La calle de tierra estaba repleta de carros con paquetes de alimentos, empleados gubernamentales, policías y soldados. El vehículo que seguimos llegó hasta la comunidad Pueblo Santo, de Ahuachapán, se estacionó y sin meditar tanto, los empleados se bajaron del carro y comenzaron casa por casa entregando paquetes de alimentos con la frase “Aquí le manda el presidente, Nayib Bukele”, o “Esta es la cajita que le manda el presidente Bukele”, según se pudo constatar.
Los habitantes recibieron los alimentos con entusiasmo. No es usual que les regalen víveres y el trabajo escasea en estas zonas. Esto lo confirmó Francisco Idelfonso García, de 69 años, que es agricultor, pero que dice que la situación en estos momentos “está difícil”.
Otro de los que recibieron el paquete de alimentos es José Antonio Saldaña, de 64 años, que vive en una casa de láminas con su esposa, una nieta y un perro que mantienen amarrado a un polín de madera. “Con esta son dos veces los que hemos recibido este paquete”, afirmó. José es agricultor, pero no ha visto cosechas porque las tierras donde cultivaba fueron vendidas.
El paquete trae macarrones, frijoles, arroz, aceite, harina para hacer tortillas, avena, leche en polvo, cereal, latas de sardinas, papel higiénico y cereal.
Según las personas contratadas, entregan un paquete por familia, solicitan el DUI del encargado o de algún representante, le toman una foto con el celular para verificar sus datos en una página web para hacer el registro que ya le fueron entregadas la ayuda alimentaria.
Usan el Fopromid
El Ministerio de Gobernación y Desarrollo Territorial estaría usando de los recursos del Fondo de Protección Civil, Prevención y Mitigación de Desastres (Fopromid) para la contratación de servicios relacionados a la distribución de los paquetes de alimentos.
Para este 23 de enero de 2024 está prevista la negociación del “Servicio de outsourcing de personal registrador de la distribución de paquetes alimenticios (Programa Presidencial de Apoyo Alimentario) para la atención de personas en riesgo alimentario para la Dirección de Protección Civil” en la Bolsa de Productos de El Salvador (BOLPROS), que tendría un monto asignado de $1,056,000.
La oferta de compra fue publicada el 9 de enero de 2024 y se refiere a servicios de tercerización del personal registrador, exactamente requieren de 800 personas por un periodo de 30 días, a quienes se asignará un precio base por jornada de $44, que incluye el Impuesto a la Transferencia de Bienes Muebles y a la Prestación de Servicios (IVA).
El perfil de las personas requeridas es tener un mínimo de 9º grado, estar entre los 22 y 40 años de edad y residir en el Área Metropolitana de San Salvador (AMSS).
Las funciones de los registradores serán: “Realizar el levantamiento de la información de la entrega de paquetes casa por casa, a través de formulario. Toda la información será llenada de forma electrónica por parte de los registradores”, dice el documento.
Además, deberán registrar a través de plataforma digital las coordenadas del lugar de destino de las canastas alimenticias, que serán establecidas por el personal de Gobernación; y registrar la imagen de documento único de identidad (DUI) “u otro que sirva” para identificar las familias que reciben la ayuda.
En la nota aclaratoria se incluye que el punto de encuentro será la terminal del SITRAMSS. El Ministerio de Gobernación dará el transporte a cada registrador desde un punto único a las distintas rutas y proporcionará el acceso a la plataforma de registro. “Se debe de cumplir con un registro diario mínimo de 100 por persona a cargar en la plataforma digital”, agrega.
Pero este no es el único servicio a contratarse con fondos del Fopromid, también se lanzó la oferta de “Servicio de transporte para distribución de paquetes de productos alimenticios y personal destacado en la logística y distribución de los paquetes que servirán para la atención de personas en riesgo alimentario para la Dirección de Protección Civil”, por un monto de $7.9 millones.