Cuatro líderes nacionales de la Mara Salvatrucha-13 salieron del penal de máxima seguridad hacia un "hospital privado" en San Salvador, el fin de semana en que se rompieron las negociaciones entre el Gobierno del presidente Bukele y las pandillas, según reveló el periódico digital El Faro en un reportaje publicado el miércoles 12 de octubre.
Según la publicación periodística el primero en salir fue Borromeo Enrique Henríquez, alias “Diablito de Hollywood”, quien fue trasladado el 25 de marzo, a las 2:30 de la tarde, un vehículo del gobierno hacia un hospital privado, según consta en informe oficial de novedades del Centro Penal de Zacatecoluca.
El informe no registra por qué salió el “Diablito”, ni detalla si volvió ese día, ni por cuánto tiempo estuvo fuera.
Diez horas después, personal de Centros Penales trasladó a un hospital privado para “pasar consulta de emergencia” a otros tres líderes de la Mara Salvatrucha-13: Carlos Tiberio Ramírez Valladares, alias “Snyder” o “Tibi de Pasadena”; Saúl Ángel Turcios, alias “El Trece”, y Carlos Alberto Martínez, alias “Shaggy”, asegura El Faro.
El traslado de los cuatro pandilleros fue realizado en el vehículo del gobierno placas N-7877.
La salida de estos tres integrantes de la “Ranfla histórica” está consignada en dos informes: uno de Inteligencia Penitenciaria elaborado por la Subdelegación de Zacatecoluca y uno de los reportes diarios que elaborado por la Subdirección de Áreas Especializadas Operativas (SAEO), señala la investigación periodística.
Según un informe de Inteligencia Penitenciaria, estos tres últimos pandilleros regresaron al centro penal a las 3 de la madrugada del siguiente día (sábado 26 de marzo).
Ese mismo día fueron asesinadas 62 personas a nivel nacional, en una jornada que ha sido catalogada como la más violenta de la historia reciente y lo que sirvió de justificación para que el gobierno decretara un régimen de excepción, el cual se ha prorrogado por siete meses.
El Faro ha sustentado su publicación con documentos oficiales distribuidos por un grupo de hackers, denominados como Guacamaya.
Estos hackers vulneraron los servidores de correo electrónico de las fuerzas de seguridad salvadoreña, extrayendo 4,000 gigabytes de información de la Policía Nacional Civil y otros 50 gigabytes de las bases de datos de la Fuerza Armada de El Salvador.