De acuerdo con los relatos de los habitantes del cantón Santa Cruz Loma de Santiago Nonualco, tres personas fueron arrastradas por la corriente del Río El Jute, cerca de las 7:30 de la noche, el 10 de junio; entre ella una madre y su hijo de 9 años. Luego de esa tragedia, los lugareños solicitan a las autoridades correspondientes la creación de puentes peatonales para evitar que ocurra otra muerte por esa causa.
Elva de García, residente de la zona, comentó que todos los niños y niñas corren un grave peligro cuando van de camino a sus clases y cruzan dos río: El Jute y El Apanta, ambos próximos al centro escolar Cantón Santa Cruz Loma, perteneciente al mismo cantón.
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“No hay ni una pasarela y a veces los vecinos los pasan con lazos en el río crecido”, comentó preocupada porque sus nietos también recorren estos caminos a diario.
Para los padres de familia que envían a sus hijos a estudiar al centro escolar, la angustia se ha convertido en el pan diario, pues temen que cualquiera de los estudiantes sea arrastrado por la corriente mientras cruzan para poder asistir a clases presenciales durante el invierno.
Flor Marinero, madre de uno de los niños afectados, comentó que los últimos días no ha enviado a su hijo a clases, debido a que la situación lluviosa empeora el paso por el lugar. La mujer aseguró que prefiere que pierda sus clases para evitar una tragedia. El pasado 10 de junio, José Antonio Vazquéz, de 9 años, fue arrastrado por una corriente junto a su madre cuando cruzaban el río El Jute. “Toñito”, como le decían de cariño, era estudiante de esta misma escuela y sus compañeros han quedado con temor de correr el mismo destino.
“Los niños tienen miedo. Mi hijo no quiere venir; él me dice: mamá tengo miedo, no quiero ir. No quiero que me pase lo mismo que a Toñito”, agregó Flor.
La directora del centro educativo, Teresa Jovel, aseguró que la situación de riesgo ha causado una inasistencia considerable pues aproximadamente el 20 % de los alumnos inscritos oficialmente no acude a clases.
“El niño fallecido era nuestro alumno. Es lamentable el hecho y es necesario que las autoridades tomen cartas en el asunto. Los niños que vienen de esta zona no están asistiendo por temor a cruzar el río”, comentó la directora.
Lazos, varas de bambú o bejucos son algunos de los recursos que utilizan los habitantes y los estudiantes para cruzar el río de forma segura o, al menos, para no tener un accidente grave.
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Miguel Ángel López reside en la zona desde hace más de 40 años, él se ha hecho responsable de supervisar y auxiliar a los niños mientras cruzan el río con los elementos que tienen a su alcance.
“Compré una linga y la pongo aquí (en un árbol), la amarro y la pongo allá (al otro lado del río) y luego estamos pendientes cuando los niños pasan; eso es de todos los días y todos los años”, comentó Miguel.
Algunos padres de familia esperan a sus hijos en la orilla del río y los observan hasta que están del otro lado. Ellos reiteran que no es primera vez que solicitan ayuda para la construcción de un puente peatonal, que sirva de enlace entre El Carrizal y el cantón Santa Cruz Loma.
Berta de López, esposa de Miguel Ángel, agregó: “Toda la vida ha existido ese problema y no han sido escuchados a pesar de haber elaborado solicitudes al gobierno local”.
