Este 5 de abril se cumplieron 12 días desde que José Tomás Laínez, de 54 años, un ciudadano estadounidense y salvadoreño, con residencia en Los Ángeles, California, desapareció cuando andaba disfrutando de unas vacaciones junto a su madre y otras personas conocidas en El Salvador, específicamente en una zona boscosa conocida como El Tablón, del cantón San Antonio Achichilco, del municipio de San Vicente, en el departamento del mismo nombre.
Tomás había llegado a El Salvador el 23 de marzo junto a su madre de 74 años, con la intención de disfrutar las vacaciones de Semana Santa, con la plena tranquilidad de que El Salvador es un país seguro. La víctima suele venir a pasear una o dos veces al año a suelo salvadoreño, porque ama su país natal, afirmaron familiares.
“Mi hermano fue a una caminata con cinco personas, en cuestión de segundos desapareció. Mi madre pensó que había ido al baño o que había regresado al carro, porque mi tía había ido con ellos y ella no puede caminar. Lo buscaron y lo buscaron y no lo han encontrado. Desapareció el 24 de marzo y ya hace doce días que no sabemos nada de él”, afirmó un pariente del desaparecido.
“Mi mamá nació por esos rumbos (El Tablón). Ella quería ir a visitar ese lugar; porque obviamente tiene un significado sentimental para ella”, afirmó otro pariente. Para ello se auxiliaron de una persona que conocía muy bien el lugar, pero dicho guía se alejó del grupo durante la caminata.
De los nueve en la familia, solo seis hicieron la caminata: Tomás y su madre, Daniel, Paola, Victoria y Fernando (estos dos últimos son esposos entre sí y viven cerca de El Tablón). La tía de Tomás no estaba en condiciones de caminar mucho, por lo cual se quedó en el carro acompañada de Rafael, motorista de la camioneta, y Josefa, quien cocinaría (ambos contratados por la tía).
“Fernando dijo que conocía muy bien esos montes y se comprometió en guiarlos y enseñarles cómo llegar a un río donde mi mamá iba a traer agua cuando era niña”, dijeron familiares; sin embargo, aproximadamente a media caminata, Rafael ya no siguió, abandonó al grupo. El resto creyó que se había regresado donde estaba el carro y las otras tres personas.
Tras caminar por largo rato, encontraron el río al que la mamá de Tomás quería llegar. Allí fue cuando perdieron de vista a Tomás, pero creyeron que se había separado momentáneamente para hacer alguna necesidad. Transcurridos unos diez minutos, la madre comenzó a llamarlo para que regresaran a donde habían dejado el carro y a las otras personas que estaban preparando los alimentos. Para entonces, eran cerca de las 12:30 del mediodía.
Como a las 2:40 p.m. que el grupo regresa a donde había quedado la tía de Tomás, el motorista y la cocinera, se percataron que ni Tomás ni Fernando estaban allí. Posteriormente se retiron del lugar y fueron a la casa de Fernando, donde lo encontraron.
Al preguntarle por qué los había dejado a media caminata, este se excusó diciendo que se tuvo que regresar porque tenía que ir a la iglesia. Cuando le comentaron que Tomás se había perdido, dijo algo así como “mejor no me hubiera regresado”, según relataron a El Diario de Hoy familiares del desaparecido.
Esa misma noche fueron a la oficina de investigaciones, pero no les quisieron tomar la denuncia arguyendo que había transcurrido muy poco tiempo como para tomarlo como desaparecido.
Luego se fueron a otra dependencia policial y la madre de Tomás les explicó que su hijo es ciudadano estadounidense. Les tomaron la denuncia, pero fue hasta el siguiente día que unos 15 o 20 policías iniciaron la búsqueda, aproximadamente como a las 10:30 a.m.
Así han transcurrido los días. Cada vez que van a la policía a consultar si hay avances, les dicen que están buscando, pero en la Fiscalía, el encargado del caso les ha dicho que después de tres días ya no se busca a nadie.
Lo que hicieron es quitarles el teléfono a todos los que andaban en el grupo que acompañaba a Tomás en la caminata. Inexplicablemente, también obligaron a dos hermanos del desaparecido a entregarles su teléfono, a pesar de que ambos les dijeron que ellos habían llegado al país el 26 de marzo.
Sin embargo, los policías amenazaron a ambos con capturarlos si no entregaban sus celulares. No tuvieron más alternativa que entregarles sus aparatos, según explicaron a este medio.
El miércoles anterior, familiares de Tomás fueron nuevamente a la oficina de investigaciones de la PNC de San Vicente, donde les dijeron que continuaban la búsqueda. No obstante, minutos antes, el fiscal del caso les había dicho que ya habían dejado de buscar.
Familiares del desaparecido se quejaron de que la policía no ha hecho lo suficiente para buscarlo y que no tienen la capacidad para hacer la búsqueda.
También consideran que la embajada de Estados Unidos en El Salvador no los está apoyando. “Nos llamaron la primera semana como dos veces. Hoy (5 de abril) nos llamaron para preguntarnos si sabemos cómo va la investigación, y cuando les decimos que la policía y la Fiscalía no nos dicen nada, dicen que eso pondrán en su informe. Nos llaman para que les digamos lo que sabemos”, afirmó un familiar del desaparecido.
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La versión de algunos policías
Tras varios días de búsqueda, las esperanzas de encontrar al ciudadano estadounidense-salvadoreño han disminuido significativamente al igual que los esfuerzos de búsqueda. “Parece que la tierra se lo tragó”, comentó un policía de élite a periodistas de El Diario de Hoy.
De acuerdo con diversas fuentes policiales, en cuanto fue reportada la desaparición, se buscó hasta con drones, pero a pesar de los esfuerzos no se encontraron rastros de Tomás. Con los drones, lo único significativo que hallaron fue una vaca muerta y un coyote que se ahuyentó al sentir los aparatos volando.
“Es bien raro porque no encontramos ningún rastro de él. Si por accidente se hubiera muerto, el olor del cadáver o las aves de rapiña nos hubieran indicado la localización del cuerpo, pero en realidad no hemos hallado nada”, afirmó una fuente policial.
Otra fuente de la PNC afirmó que no ha habido exigencia de dinero, que posiblemente existiera si José Tomás hubiera sido secuestrado.
Sobre este caso, ninguna institución gubernamental, la Policía Nacional Civil, entre éstas, se ha pronunciado. El caso ha sido manejado en absoluto silencio por parte del gobierno salvadoreño.
Hasta ahora, lo que del caso se sabe es por la difusión que se ha hecho en cuentas de redes sociales, entre estas, de amistades de Tomás, quienes han mostrado su consternación por su desaparición.
“Por favor ayúdenme a localizar a nuestro amigo José Lainez conocido como 'Chito' residente de California USA desaparecido desde el 24 de marzo a las 11:30 am en el cantón El Tablón en las cercanías de Tecoluca y San Vicente cualquier información llamar a la Policía Nacional Civil de San Vicente”, publicó en Facebook Roselin Brown.
Otra persona también suplicó ayuda para encontrar a José Tomás, su compañero de trabajo en California.
El Diario de Hoy intentó conocer la versión de la Policía Nacional Civil (PNC) sobre el caso, sin embargo, el pasado miércoles, en la oficina de investigaciones de San Vicente se limitaron a confirmar lo que otros policías habían afirmado: que José Tomás Laínez no ha sido encontrado.
Mientras tanto, en algunos lugares de la zona rural de San Vicente, inmediato al sector donde desapareció, como parte de la búsqueda, varios carteles han sido pegados en postes de alumbrado eléctrico con dos fotos del desaparecido, pocos detalles del caso y la solicitud de llamar al Sistema 911 de la PNC en caso de tener alguna información al respecto.
Tomás emigró a Estados Unidos junto con sus padres y hermanos, debido al conflicto armado. Tiene más de 40 años de vivir en ese país del cual se hizo ciudadano.
Su familia asegura que Tomás tiene un buen empleo en los Estados Unidos, que le brinda estabilidad económica. “Es una persona feliz, sonriente, saludable. Él ama esta país y prefiere venir aquí a ir de vacaciones a Europa”, afirmó un familiar entrevistado por El Diario de Hoy.
Otro vicentino desaparecido
En otro caso, Eva Vásquez pide ayuda para localizar a su esposo, Jimmy Oswaldo Sibrián Ventura, de 37 años, quien está desaparecido desde el pasado 4 de febrero, cuando salió de su casa en la comunidad Milagro de Dios, en el cantón San Ramón Grifal, municipio de Tecoluca, hacia su trabajo, en Ilopango.
Jimmy trabajaba desde hace muchos años como mecánico automotriz en dos talleres ubicados en Ilopango y Soyapango, afirmó la esposa, y cada 15 días regresaba a su casa puntualmente.
Eva relata que el 4 de febrero, aproximadamente a las 11:00 a.m., después de votar en las elecciones presidenciales y legislativas, se marchó de su casa; les dijo que iba a su trabajo, pero desde entonces no ha regresado.
La mujer asegura que llamó a uno de los talleres donde Jimmy trabajaba y el propietario le respondió que desde hacía días que no llegaba a trabajar.
El ultimo día que lo vieron con vida, Jimmy “vestía pantalón azul de lona, camiseta café y zapatos tipo Caterpillar”.
La esposa del desaparecido solicita que si alguien lo ha visto o tiene alguna información sobre Jimmy, lo haga saber a la Policía Nacional Civil o al teléfono 7289-6476 con Eva Vásquez.