El martes 6 de julio de 2021, en plena implementación del Plan Control Territorial, dos estudiantes de un centro escolar de Apopa fueron privados de libertad en pleno día y en una calle muy concurrida, cercana al centro de estudios de las víctimas.
Horas después, uno de los jóvenes apareció, pero Virgilio Alexander Morán no corrió con igual suerte. Su cuerpo fue encontrado al siguiente día, en un tramo del río Tomayate, a poca distancia de donde la víspera fue raptado por miembros de pandillas.
Virgilio estudiaba en el Instituto Nacional Ciudad Obrera de Apopa, trabajaba en albañilería o en instalación de tablaroca, y cuando no estaba estudiando o trabajando, estaba jugando fútbol, deporte que era su pasión, según familiares y amigos.
Momentos después de que el cadáver del joven estudiante y futbolista fuera encontrado en el lecho del río Tomayate, la PNC informó del caso: “Con mucho pesar confirmamos que el cuerpo encontrado en la comunidad El Pino, río Tomayate, corresponde a Virgilio Alexander Morán, este hecho no quedará impune”.
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A la vez, en el mismo tuit hizo una promesa a la familia y al país entero: “No vamos a parar hasta dar con los responsables y llevarlos a la justicia”.
Sin embargo, familiares de Virgilio aseguran que si bien es cierto la Policía puso empeño en buscarlo; luego de encontrar el cadáver todo se olvidó. Todo ha transcurrido como si nada hubiese pasado, y la promesa sigue tan vacía, como en muchos casos de personas víctimas de homicidios.
De acuerdo con vecinos del joven y personas vinculadas a la escuela de fútbol a la cual desde su infancia estuvo involucrado deportivamente, Virgilio no era pandillero, más bien lo calificaron como un apasionado del fútbol.
Virgilio era hijo único, residía en la colonia Chintuc junto a su madre, además era parte de un club de fútbol por lo cual en Apopa era muy conocido con el sobrenombre de “Negro”.
Otro caso en el que la justicia no llega
El 27 de marzo de 2021, lugareños residentes del cantón Concepción Trilladera, del municipio de Tejutepeque, departamento de Cabañas, encontraron el cadáver de Katherin Andrea Hernández, de 15 años.
La adolescente era residente del cantón Los Hoyos, del municipio de Ilobasco, del mismo departamento de Cabañas. Ella había salido de su casa el 25 de marzo. Le encantaba jugar fútbol, según sus familiares y amigos. Fue asesinada a balazos.
El hallazgo del cadáver de Katherin ocurrió pocas horas después de que el actual ministro de Seguridad, Gustavo Villatoro, fuera nombrado en ese cargo.
El 29 de marzo, tras conocerse el asesinato de la adolescente, el funcionario prometió en su cuenta de Twitter: “Nos lo instruyó nuestro Presidente @nayibbukele. Que todo nuestro personal y recursos sean enfocados para resolver crímenes de Sangre, contra menores y contra Mujeres. A revertir las tasas de impunidad!!!”.
Pero igual que en el caso de Virgilio, los asesinos de Katherin continúan gozando de impunidad. Las autoridades salvadoreñas no han sido capaces de llevar ante la justicia a los asesinos, tal como lo prometieron.
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