El Tribunal Supremo Electoral (TSE) está en un “laberinto” en cuanto a definir el gasto para el voto en el exterior. Según el exmagistrado del TSE, Eugenio Chicas, y la especialista en materia electoral, Ruth López, esta situación se debe a la “improvisación” que desde la Asamblea se ha venido generando.
Esto, a raíz de las reciente petición del Ejecutivo de reformar la Ley del Ejercicio del Sufragio en el Exterior, aprobada también tardíamente, cuestiona el exmagistrado Chicas. La Ley para regular el voto en el exterior fue aprobada por la Asamblea en octubre de 2022.
“No tomaron en cuenta al TSE en el diseño de las reformas, cómo proyectar las reformas y tampoco le dieron espacio en la iniciativa de ley. Estamos ante una reforma improvisada que no ha tenido el proceso de gestión que amerita una reforma de ese alto calado. Improvisaron el hecho de qué tipo de documento la gente va a votar, es un hoyo negro”, afirmó Chicas.
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Recientemente la Asamblea aprobó ampliar el plazo a nueve meses más para que los connacionales puedan actualizar su domicilio, lo que ha llevado al TSE a tener que revaluar los programas a ejecutar para las elecciones en el exterior.
Además, en la ley especial se faculta a los salvadoreños en el exterior a votar de forma electrónica por Internet y presencial, lo que obliga a contratar a una empresa experta en esas tareas y a una firma auditora; también podrán votar con DUI y pasaporte vencido y no es obligatorio asegurar su intención de votar en un registro electoral. Todas estas situaciones hacen que definir un costo sea más difícil, expresó Chicas, algo en lo que también concuerda López.
“Lo que a otros países les ha llevado 15 años, aquí quiere hacerse en seis meses, y a menos tiempo, menos posibilidades hay de buscar mejores opciones. Las empresas internacionales son responsables de su reputación; si no, recordemos lo que ocurrió con Chivo Wallet”, ejemplificó.
Otro factor importante es que la falta de un padrón electoral impide calcular la capacidad de los centros de votación, las juntas receptoras de votos necesarias, la cantidad de máquinas de votación y la papelería, entre otros, ahondó López.
“No se sabe cuántas personas votarán en cada ciudad, porque no hay un registro electoral sobre qué base se va a presupuestar ¿o hay que tantear? Estamos ante una cadena de improvisaciones de difícil predicción electoral”, argumentó Chicas.
Hacienda “no sabe”
Julio Olivo es el único de los actuales magistrados del organismo electoral que se ha atrevido a decir que el voto en el exterior podría costar un poco más de $64 millones. Si lo que él dice se cumple, significa que las elecciones de 2024, incluidas las que se realizarán en El Salvador, costarían aproximadamente $153 millones, un monto oneroso e incierto si se toma en cuenta que a pocos días de vencerse el plazo para que los salvadoreños en el país puedan cambiar de domicilio, este 3 de febrero, Hacienda aún no ha dado el visto bueno para los $89.4 millones que el TSE solicitó para llevar a cabo los comicios nacionales de 2024.
El proyecto de presupuesto fue enviado a Hacienda desde el 18 de noviembre del año pasado, informó el magistrado Olivo hace tres días.
El ministro de Hacienda, Alejandro Zelaya, fue consultado por los periodistas al respecto a mediados de enero y respondió que no tenía conocimiento de que el TSE le hubiese enviado la propuesta.
“Necesito revisar, no sé si lo presentaron en los últimos días de diciembre. Hasta donde yo recuerdo, aún no se ha presentado todavía por parte del Tribunal. Una vez lo presenten, nosotros le damos trámite y se llevará ante la Asamblea”, afirmó el 14 de enero de 2023.
TSE espera definir el 1 de febrero
Sin embargo, el magistrado Noel Orellana señaló que en enero enviaron una misiva a Hacienda, exponiendo la urgencia de los fondos. “En enero mandamos (al ministerio de Hacienda) una carta reiterando la necesidad de contar con el presupuesto”, subrayó Orellana.
Aún sin tener el dinero para las elecciones nacionales, Orellana expresa que este 1 de febrero tendrán listo el monto del costo para el voto en el exterior, ya que la reciente reforma que aprobó la Asamblea para ampliar el plazo del cambio de domicilio para los connacionales obligó al TSE a revalorar los programas a implementar. Antes de eso, dijo que el acuerdo fue no hablar públicamente sobre el tema hasta tener el análisis técnico final.
Orellana informó en diciembre de 2022 que el voto en el exterior podría costar $30 millones, pero ahora dice pedirán lo necesario y que están procurando ser “austeros”.
Es así que, según los datos actualizados del TSE hasta el 9 de enero de 2023, hay un total de 616,442 salvadoreños que residen en 43 países. (Ver recuadro). “Tenemos que trabajar sobre bases ciertas. Si vamos a tener un padrón de salvadoreños aptos para votar en el extranjero, tenemos que preparar la infraestructura como si van a votar un millón”, afirmó.