“¿Qué estimuló al presidente (Nayib Bukele) para que dijera que iba a correr como candidato a la presidencia nuevamente?” Se pregunta el jefe de fracción de ARENA, René Portillo Cuadra. La respuesta la externó él mismo: “para desviar la atención de una calificación que establece y clasifica a los bonos de El Salvador como menos que basura”, afirmó el parlamentario a los periodistas en la Asamblea.
Añadió que lo anterior muestra el fracaso de la aplicación del Bitcoin en El Salvador como moneda de curso legal desde septiembre de 2021, así como el de las políticas públicas que en materia de hacienda tiene el gobierno. Portillo Cuadra asegura que los bonos del país no han sido adquiridos a través de la recompra, como aseguró hace poco Bukele.
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Para el diputado arenero, el anuncio de Bukele no solo es una cortina de humo para desviar la atención sobre las finanzas públicas, sino que también generará más represión hacia la oposición política y hacia las voces disonantes al gobierno.
“Va a venir más represión hacia la prensa independiente, porque en todo régimen dictatorial se agudiza el tema de la represión cuando hay voces disonantes”, afirmó.
También habló de las consecuencias internacionales que generará el anuncio de la reelección presidencial, por ejemplo, más degradaciones a la calificación crediticia del país.
Mientras que los diputados de VAMOS, Claudia Ortiz y el de Nuestro Tiempo, Johnny Wright, mencionaron que el discurso de Bukele en las Naciones Unidas es contradictorio con lo que pasa en El Salvador.
Añadió que si el mandatario quiere hacer alusión a la autodeterminación de los pueblos, se logrará siempre y cuando exista un tribunal electoral independiente, que no esté condicionado al gobierno, pero según Ortiz no es el caso de El Salvador.
“En estos momentos eso está comprometido en nuestro país. Deben haber autoridades electorales independientes y no para los gobernantes”, aseveró.
El diputado Wright dijo que la narrativa del presidente de los últimos días ha sido dentro del contexto de la Independencia patria, haciendo un llamado a la libertad de los pueblos, pero cuestionó que requiere “mucha audacia” hablar de esa forma, cuando el país que Bukele gobierna vive permanentemente en régimen de excepción, es decir, con varios de sus derechos fundamentales suspendidos.