Al profundizar en el aumento que el gobierno prometió a las pensiones mínimas por vejez en la nueva Ley de Pensiones, el abogado constitucionalista, Enrique Anaya, llega a la conclusión de que en realidad no se estableció una retribución mínima de $400, sino un aumento del 30% en general que terminó favoreciendo a quienes ya gozan de una pensión de más de $2,000 mensuales.
Anaya cree que la población que menos pensión recibe o recibirá fue engañada de tal suerte que la pensión mínima por donde quiera que se vea sigue siendo de $304.17. Lo dice la ley en varios de sus artículos y así quedó también establecido en el presupuesto aprobado por la Asamblea para 2023.
“El gobierno sacó la propaganda que la pensión mínima subió a $400, es falso”, afirma el abogado.
La confusión viene dada por una especie de “tripa chuca” que se consigna en la nueva ley de pensiones, afirma Anaya.
Si alguien cree que sobre el monto de una supuesta pensión mínima de $400 se le aplicará el 30% adicional, está equivocado.
El ajuste del 30% de incremento se hará con base a la pensión mínima por vejez, la cual es de $304.17 desde que se hicieron las reformas de 2017 y no de $400, como lo ha planteado el Ejecutivo.
La mayoría de la población continuará con pensiones bajas, ya que el 30% de incremento es con base a los $304.17 que es la pensión mínima, lo que implica que alguien que recibe ese monto verá un aumento de apenas 95 dólares que resulta de multiplicar los $304.17 por 1.3 para obtener el 30% de ese monto; es decir, que recibirá $395.4 en concepto de pensión mínima.
Pero, además, este sistema es injusto, y Anaya lo explica así: “En el fondo lo que querían era ayudar a las pensiones nuevas desde 2017, ya que el máximo son de $2,000”, dice en cuanto a las que están bajo la administración de las AFP, ya que las del sistema antiguo del ISSS y del INPEP son de mayor cuantía.
“Ahorita les han hecho un gran favor, de $2,000 las están subiendo a $3,000”, manifestó Anaya. Uno de los cambios de la ley es que todas las pensiones tendrán un máximo de $3,000. Con la normativa aún vigente hasta el 30 de diciembre, las pensiones de las AFP el tope es de $2,000.
Para ejemplificar con números el porqué las pensiones de mayor monto son las más beneficiadas con el aumento generalizado del 30%, se hace la misma operación: si una persona tiene una pensión de $2,300, al aplicársele el aumento del 30%, es decir, multiplicar $2,300 por 1.3, resulta que su pensión se eleva en $2,990, o sea tendrá un incremento de $690.
¿Y cuánto le darán a la gente que gana la pensión mínima? 91 dólares, al subirle el 30%, y 5 dólares más por el ajuste para llegar a los $400 prometidos por el gobierno.
La “propaganda” que ha hecho el gobierno, dice Anaya, es que lo redondeará o ajustará para llegar a $400. Así está establecido en el Art. 98 de la ley de Pensiones (Ver recuadros).